JUSTICIA
La Corte Suprema de EEUU valida el principio de las dobles penas
La Corte Suprema de Estados Unidos ratificó este lunes la posibilidad de que una persona reciba una pena a nivel local del estado donde reside y también de parte de los tribunales federales por el mismo crimen, defendiendo una jurisprudencia establecida hace 170 años.
El máximo tribunal estadounidense se pronunció sobre el caso de Terance Gamble, un hombre que había perdido su derecho a la tenencia de armas, pero que en 2015 en un control de carretera fue sorprendido por la policía con una pistola en su vehículo.
La justicia de Alabama, un estado del sur de Estados Unidos, lo condenó a un año de prisión y después, en otro proceso, una jurisdicción federal tomó su caso y los condenó a cuatro años de cárcel.
Pese a que en Estados Unidos la Constitución prohíbe las "dobles penas", la Corte Suprema autoriza desde 1847 que una persona sea juzgada a nivel del estado local y después por la justicia federal, argumentando que se trata de "entidades soberanas" diferentes, que aplican sus leyes respectivas.
Terance Gamble había pedido a los nueve jueces que componen el tribunal que revirtieran las penas, ya que según su defensa eran contrarias al espíritu con el que los "padres fundadores" escribieron las leyes y a la protección de las libertades fundamentales.
En una decisión larga, en la que abundan referencias históricas, siete de los nueve magistrados negaron la petición. Uno de ellos, el juez conservador Clarence Thomas explicó en un pronunciamiento aparte que, pese a su "escepticismo inicial", prefería apegarse a la estabilidad del derecho.
Esta precisión fue interpretada como un indicio en los debates en torno al aborto, en un momento en que sectores religiosos de derecha esperan que la reciente mayoría conservadora en el máximo tribunal tumbe la decisión de 1973 que autoriza a las mujeres a interrumpir su embarazo.
Según los juristas, las penas dobles son muy poco frecuentes y son utilizadas sobre todo en casos de temas muy sensibles. Por ejemplo, en la década de 1960, la justicia federal abrió casos contra hombres blancos que habían sido absueltos por los tribunales de sus estados de los asesinatos de negros.
En la misma linea, un tribunal federal volvió a tomar el caso de unos policías responsables de la muerte de un automovilista negro en Los Ángeles en 1991, cuya absolución por un jurado mayoritariamente blanco había provocado protestas.