CRISIS VENEZUELA

Maduro recicla opción del diálogo tras un año de su controvertida reelección

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro participa en la celebración del primer aniversario de las elecciones de Venezuela. Foto AP.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro participa en la celebración del primer aniversario de las elecciones de Venezuela. Foto AP.

El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, celebró este lunes un año como presidente reelegido, sin abandonar la polémica que supuso su victoria en unos comicios cuestionados, con un insistente llamamiento a un nuevo diálogo con la oposición que no comprometa su poderío en el país petrolero.

En un acto con cientos de simpatizantes en Caracas, el líder chavista se refirió a la primera jornada de contactos con la oposición, celebrada en Noruega la semana pasada, con el auspicio de algunos países europeos y americanos.

"Hemos sostenido una primera jornada con la mediación del gobierno de Noruega (...) Muy positiva, tengo que decir, soy un hombre que cree en la palabra como vehículo para superar las diferencias", expresó.

El gobernante insistió en que la opción del diálogo como salida a la crisis que vive Venezuela ha sido su bandera desde que asumió el poder en 2013 pero, matizó, esto no debe ser visto como una debilidad de su parte.

"Ahora, no vayan a creer que soy un bobalicón, no vayan a confundirse que soy un inocentón; creo en la paz, creo en el diálogo, pero estoy preparando al pueblo para defender la patria, como sea, donde sea y cuando sea", contrastó.

Por ello, bromeó al decir que está "a Dios rogando y con el mazo dando (...) a Dios rogando y en Noruega conversando".

Ante esta situación, pidió a sus seguidores "ojo pelao" (atención), pues considera que los opositores son "demasiados malucos (malvados), son demasiado malos".

"Sé con quienes estamos hablando, estamos hablando con el diablo, que Dios nos ampare y nos proteja, pero si con el diablo mismo hay que hablar por la tranquilidad y la prosperidad de Venezuela, vamos a hablar con el diablo mismo", subrayó.

Maduro dijo que cree en la necesidad de "abrir los caminos constitucionales una vez más".

"Así lo creo, voy a empeñarme con todo mi esfuerzo y dedicación para que Venezuela tenga un acuerdo de paz con la oposición venezolana, un acuerdo de concordia y respeto, y ellos vuelvan al camino constitucional", sostuvo.

En ese sentido, propuso adelantar las elecciones legislativas, previstas para 2020, como una forma de generar una solución "pacífica" a la crisis.

Maduro remarcó que el Legislativo, de contundente mayoría opositora, es la "única institución que no se ha legitimado en los últimos cinco años" cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha organizado varios comicios cuestionados, siempre con resultado favorable para la llamada revolución bolivariana.

"Vamos a hacer elecciones. Vamos para una solución pacífica, electoral, democrática, constitucional (...) Yo quiero elecciones, elecciones ya", prosiguió el mandatario que vaticinó un triunfo del chavismo, de producirse esas votaciones.

El Parlamento es el único poder en manos de la oposición en Venezuela desde 2016 cuando el oficialismo perdió la mayoría de los escaños luego de una aplastante victoria del antichavismo.

Desde entonces, el Tribunal Supremo declaró al Legislativo en desacato por lo que sus actos son considerados nulos y en 2017 Maduro auspició la conformación de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), integrada solo por oficialistas, que ha asumido las competencias exclusivas del Parlamento.

La ANC, no reconocida por numerosos países, aprobó este lunes extender su funcionamiento hasta al menos el 31 de diciembre de 2020, en un nuevo decreto que sustituye la anterior resolución de agosto de 2017 que establecía su vigencia por al menos dos años.

Con el decreto, la vigencia de la Asamblea Constituyente se extiende un año y cinco meses más, debido a que su instalación fue el 4 de agosto de 2017, en medio de las grandes protestas organizadas por la oposición y en que las que murieron más de 120 personas.

El pasado jueves, el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países, confirmó que hay contactos entre el Gobierno y la oposición en Oslo, propiciados por Noruega, si bien ha advertido que estos deben conducir al "cese de la usurpación" que considera que hace Maduro de la Presidencia.

Sin embargo, el propio Guaidó aseguró este sábado que el Gobierno de Nicolás Maduro está "tan débil" que quiso "manipular" con un diálogo con la oposición.