CHILE MARIHUANA
Chilenos marchan para pedir cambios en acceso al cannabis medicinal
Miles de chilenos se manifestaron este sábado en el centro de Santiago para reclamar cambios urgentes en la regulación y el acceso al cannabis medicinal y recreativo.
La decimoquinta edición de la marcha "Cultiva tus derechos" congregó unas 80.000 personas, según los organizadores, la Fundación Daya, Mamá Cultiva y Movimental, entidades que desde hace años trabajan para que se legalice el uso de la marihuana medicinal y se regule su utilización recreativa.
La manifestación recorrió el centro de la capital chilena y pasó por delante del Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, en un ambiente festivo y carnavalesco, sin que se registrara ningún tipo de altercado.
Uno de los principales reclamos de los manifestantes era la rápida aprobación de la ley Cultivo Seguro, que busca impedir la incautación de plantas de marihuana de los pacientes que cuentan con receta médica para el uso medicinal del cannabis.
El proyecto de ley reconoce la prescripción médica como autorización suficiente para impedir la incautación de las plantas, sin limitar la facultad de investigación del Ministerio Público.
La iniciativa fue aprobada el año pasado y ahora se encuentra en trámite en la Comisión de Salud del Senado.
Pedro Neira, presidente de Tata Cultiva, una organización que lucha por la libertad terapéutica de la tercera edad, señaló en el acto de cierre que "el uso medicinal del cannabis mejora en todos los aspectos la calidad de vida de los adultos mayores".
El presidente de Movimental, Nicolás Espinoza, consideró inaceptable que las personas que cultivan marihuana en su casa sientan temor de la Policía.
"Estamos en tiempos oscuros y es hora de unirnos y hacer fuerza", indicó.
En diciembre del 2015, el Gobierno de Michelle Bachelet aprobó una normativa que autoriza la elaboración y venta de medicamentos derivados del cannabis, aunque de forma restringida y con precios fuera del alcance de la mayoría.
Para las organizaciones, el modelo legal vigente, de carácter prohibitivo, está fracasando, creando más problemas que soluciones a los fenómenos asociados al consumo, producción y comercio de sustancias psicoactivas.