ESPAÑA ELECCIONES
Pablo Casado, el líder inesperado de una derecha española más conservadora
Pablo Casado se define como "liberal conservador" y carece de experiencia de gobierno, pero no de ambición. Inesperadamente, fue elegido líder del PP español (derecha) en 2018 con un discurso a favor de la vida, la familia, las víctimas del terrorismo y firmeza contra el separatismo catalán.
Tiene 38 años y pertenece a la nueva generación de políticos españoles que disputarán las elecciones parlamentarias del 28 de abril próximo, que son probablemente las más competidas y de resultado más incierto de la democracia española tras la dictadura del general Franco (1939-1975).
Casado tenía una trayectoria ascendente en el Partido Popular (PP), pero no era el favorito para suceder al anterior líder, Mariano Rajoy, cuando éste dimitió tras perder el gobierno de España por una moción de censura.
Sin embargo, lo consiguió con tesón, alianzas y un discurso más ideológico que el de otros candidatos que parecían tenían más posibilidades al principio.
Con Casado, el partido ha hecho una profunda renovación de equipos directivos y candidaturas electorales y "ha girado a la derecha", según los analistas, para recuperar algunas esencias y principios fundacionales y más conservadores, que buena parte de militantes y votantes consideraban perdidos en la etapa de Rajoy.
Será ésta su primera experiencia electoral como candidato a presidente del Gobierno español, y su lema es sencillo y directo: "PP, valor seguro", probablemente un mensaje para los muchos votantes indecisos y para aquellos otros que dejaron de confiar en el partido en comicios anteriores.
El PP perdió el poder el 1 de junio de 2018, cuando el líder socialista, Pedro Sánchez, ganó una moción de censura parlamentaria a Mariano Rajoy, que había gobernado con mayoría absoluta entre 2011 y 2015 y en minoría desde 2016.
Abogado, economista y buen comunicador, Casado se ha propuesto que el PP recupere el Gobierno a toda costa, pero no lo tendrá fácil.
A pesar de la hiperactividad de su líder, el PP está a la baja en las encuestas electorales y sufre una sangría de votos desde 2015, acosado por la corrupción, el desgaste de los duros ajustes económicos que aplicó Rajoy y el descontento por cómo afrontó el proceso independentista ilegal de la región autónoma de Cataluña (2017).
Por un lado, el PP tiene que competir por un amplio espacio electoral con Ciudadanos (liberal) y el partido emergente de ultraderecha (Vox); y por otro, tiene que socavar a los socialistas, con quienes durante décadas protagonizó un modelo bipartidista.
Eso ha llevado a Casado a transmitir mensajes más conservadores sobre la unidad de España para frenar al independentismo, pero también sobre el aborto y la eutanasia, en defensa de la caza y la tauromaquia; ha anunciado un ministerio de familia y una bajada generalizada de impuestos.
A pesar de que PP es el principal grupo parlamentario del Congreso español, con 134 de los 350 diputados, ahora está en la oposición, desde donde Casado ha endurecido el discurso contra el socialista Sánchez.
Y es que el líder conservador ha acusado a Sánchez de "mentiroso", "felón" y "traidor" por -según él- "ceder" al independentismo catalán, y también de preferir a los simpatizantes políticos de ETA, la ya disuelta banda terrorista.