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Los migrantes rescatados por una ONG desembarcan en Malta y serán repartidos en Europa

Los 62 migrantes bloqueados desde hace diez días en el barco de la oenegé alemana Sea-Eye desembarcaron ayer sábado en Malta, tras un nuevo acuerdo de repartición que implica esta vez a Alemania, Francia, Portugal y Luxemburgo.

Los migrantes fueron trasladados primero a un barco de la marina maltesa y luego conducidos hasta La Valeta, donde se unieron a las dos mujeres de su grupo ya evacuadas en los últimos días por razones médicas.

"Ninguno se quedará en Malta, que no puede cargar sola con este peso", insistió el primer ministro maltés, Joseph Muscat, que anunció en las redes sociales este acuerdo similar a otros que ya permitieron desembarcar a migrantes rescatados en el mar desde que Italia les cerrara sus puertos.

Los 64 migrantes, entre los cuales hay 12 mujeres y dos niños de uno y seis años, habían pedido ayuda al número de emergencia de la asociación Watch the Med el 3 de abril, cuando se encontraban en peligro frente a las costas de Libia.

Watch the Med alertó al buque de Sea-Eye –llamado "Alan Kurdi" en recuerdo del niño sirio hallado muerto en una playa turca en 2015– que patrullaba la zona y acababa de pasar varios días buscando en vano otras embarcaciones que habían pedido ayuda.

Tras el rescate, el "Alan Kurdi" se dirigió a la isla italiana de Lampedusa, pero el ministro italiano del Interior, Mateo Salvini, consideró que Berlín debía ocuparse de estos migrantes rescatados por el barco con bandera alemana.

Se llegó a un acuerdo para desembarcar a los dos niños y sus madres, pero estos rechazaron que les separaran de los padres.

El barco se dirigió después a Malta. En los días posteriores, dos de las mujeres, una de ellas embarazada, fueron evacuadas a La Valeta por razones médicas. El viernes por la noche, los guardacostas malteses evacuaron a uno de los mecánicos del barco.

- "Peligrosidad de las oenegés" Se trata del enésimo episodio de la crisis diplomática iniciada cuando Salvini rechazó que los migrantes rescatados en el Mediterráneo desembarcaran en Italia, forzando a los otros países europeos a ponerse de acuerdo sobre una repartición.

"Una vez más, el Estado miembro más pequeño de la Unión Europea sufrió una presión inútil al encargarse de resolver un problema que no era su responsabilidad", denunció el gobierno maltés en un comunicado.

A finales de marzo, Malta vio llegar a sus costas a un pequeño petrolero secuestrado por los migrantes a los que había rescatado frente a Libia.

Tres adolescentes fueron inculpados por el secuestro del buque, pero los otros 105 fueron acogidos como solicitantes de asilo por el país de 450.000 habitantes.

"Como prometido, ningún inmigrante de esta oenegé alemana llegará a Italia. Irán a Alemania u otro lugar. Los malteses tienen motivos para denunciar la peligrosidad de las oenegés, estamos a su lado en la lucha contra los traficantes de seres humanos", dijo el sábado Salvini.

Esta tenaz denuncia de las oenegés está dando sus frutos y casi todos los demás barcos humanitarios están bloqueados por razones jurídicas o administrativas.

Esta semana, el ministro italiano le ganó el pulso a su jefe de gobierno, Giuseppe Conte, en la cuestión de los migrantes rescatados por las oenegés alemanas Sea-Watch y Sea-Eye y desembarcados en enero en Malta tras un anterior acuerdo de repartición.

Conte se comprometió a que Italia acogería a una decena, prometiendo ir él mismo a buscarlos "en avión" si Salvini mantenía cerrados los puertos.

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