FLORIDA
Suicidio de dos estudiantes abre la herida de la masacre de Parkland
La comunidad de Parkland lidiaba este lunes con los suicidios, con pocos días de diferencia, de dos estudiantes que sobrevivieron al tiroteo el año pasado en una escuela de esta ciudad del sur de Florida en el que fallecieron 17 personas.
Entretanto, un tercer suicidio encendió las alarmas este lunes cuando se informó que el padre de una niña fallecida en el ataque en Sandy Hook, otra escuela, también se quitó la vida.
Jeremy Richman, de 49 años, perdió a su hija de seis en la masacre en Connecticut donde murieron 20 niños pequeños y seis adultos en 2012.
"Esta es una noticia horrible, devastadora", dijo en Twitter el senador por Connecticut Chris Murphy.
En Florida, el jefe de la división de manejo de emergencias urgió a los legisladores estatales a destinar más recursos para ayudar a los sobrevivientes de la masacre de Parkland, al norte de Miami.
"La salud mental es un asunto bipartidista", dijo Jared Moskowitz en Twitter. "Ahora que estamos en sesiones, es el momento".
Sydney Aiello, de 19 años, se quitó la vida la semana pasada tras padecer un año de "culpa de sobreviviente" -según dijo su madre a la prensa-, un fenómeno en el que la víctima se cuestiona por qué se salvó de la muerte.
Un segundo estudiante de la escuela Marjory Stoneman Douglas murió el sábado en lo que la policía llamó un "aparente suicidio", aunque no se reveló la identidad del joven.
La noticia se propagó en las pequeñas comunidades de Parkland y de la vecina ciudad de Coral Springs y, el domingo de noche, padres, estudiantes, funcionarios y maestros se reunieron de emergencia para discutir cómo mejorar el apoyo terapéutico para lidiar con el trauma que dejó uno de los peores tiroteos de la historia reciente de Estados Unidos.
- 17+2 -
"Es uno de los muchos encuentros con los expertos en salud mental de la ciudad y el condado para asegurarnos de que nuestros estudiantes, maestros y padres reciban la educación necesaria para prevenir el próximo suicidio", dijo Max Schachter, padre de Alex, unos de los 17 fallecidos en el tiroteo del 14 de febrero del año pasado.
"Todos se están tomando esta crisis seriamente para salvar vidas", añadió.
También participó en la reunión del domingo Ryan Petty, cuya hija de 14 años, Alaina, murió en el ataque.
"Tenemos que reconocer que, tras un acontecimiento como éste, habrá trauma, ansiedad y depresión", dijo Petty al diario local Sun Sentinel.
Petty añadió que el grupo adoptó el "Protocolo de Columbia", una serie de preguntas que pueden ayudar a familiares y amigos a detectar si alguien corre riesgo de suicidio. Si las respuestas son positivas, se les recomienda llamar a la línea local de prevención del suicidio.
"Tenemos que educar a los padres y maestros a reconocer las señales y hacer las preguntas adecuadas", dijo Petty.
Los padres que asistieron a la reunión trabajarán para informar a todos los demás padres del distrito por correo electrónico, redes sociales y llamadas telefónicas, alentándolos a hacer las preguntas correctas.
En Twitter, los dolientes popularizaron la fórmula "17+2", para referirse al número de víctimas fatales que, en total, ha dejado el ataque.
"Dejen de decirnos que 'ya lo superaremos'. Uno no supera algo que nunca debería haber pasado", escribió David Hogg, uno de los sobrevivientes que alcanzó mayor notoriedad nacional tras el tiroteo por combate a la venta libre de contra las armas.
"El trauma y la pérdida no se van simplemente. Uno tiene que aprender a vivir con ellos y buscar apoyo", añadió el activista de 18 años.
Los suicidios prácticamente coincidieron con el primer aniversario el domingo de la "Marcha por Nuestras Vidas", la protesta nacional contra las armas que congregó a cientos de miles de personas a Washington.
Entretanto el superintendente de escuelas de Broward -el condado al que pertenece Parkland-, Robert Runcie, alentó a los supervivientes, amigos y familiares de las víctimas a visitar el "Centro de Resiliencia" en un parque cercano a la escuela, donde hay médicos disponibles toda la tarde.