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BRASIL

Los expresidentes presos y vinculados con corruptelas en Brasil

La Lava Jato, la operación que destapó el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil y que ha salpicado a altos funcionarios, empresarios y políticos, puso este jueves tras las rejas al expresidente Michel Temer, el segundo mandatario del país preso por corruptelas.

La Lava Jato, que comenzó como una investigación por irregularidades en casas de cambios terminó por destapar una gigantesca red de corrupción en el seno de la petrolera estatal Petrobras, tiene en la cárcel, además de Temer, a Luiz Inácio Lula da Silva y ha salpicado a otros exmandatarios como Fernando Collor, José Sarney y Dilma Rousseff. Las investigaciones, que comenzaron hace cinco años, el 17 de marzo de 2014, revelaron que empresas constructoras pagaban millonarios sobornos para adjudicarse contratos amañados de Petrobras que eran repartidos entre empresarios y políticos que utilizaban su influencia para mantener a sus cómplices en cargos directivos de la estatal. Desde entonces, la Justicia ya ha dictado sentencia en 50 procesos e impartido 242 condenas contra 155 personas. La suma de las penas totaliza 2.242 años y 5 días. La situación de los expresidentes que han sido salpicados por el mayor escándalo del gigante sudamericano es la siguiente: - Michel Temer (78 años): Gobernó Brasil entre 2016 y 2018. Fue preso en el marco de una investigación abierta para verificar supuestas irregularidades en contratos firmados por empresas ya condenadas por la Lava Jato y Eletronuclear, la estatal que opera las plantas nucleares del país. Según la denuncia, las empresas que se adjudicaron los contratos con Eletronuclear pagaron sobornos para favorecer a dirigentes del partido Movimiento Democrático Brasileño (MDB), la formación liderada por Temer y cuyos dirigentes controlaron por muchos años todas las estatales del sector eléctrico del país. Tales contratos sospechosos fueron firmados en 2016 cuando Temer ya presidía Brasil. - Luiz Inácio Lula da Silva (73 años): expresidente de Brasil en dos períodos consecutivos (2003-2010) y líder del Partido de los Trabajadores (PT), está preso desde abril de 2018 para cumplir dos condenas que suman 25 años por corrupción y lavado de dinero. En uno de los procesos, Lula cumple una condena en segunda instancia de 12 años y 1 mes, luego de que la Justicia diera por probado que recibió de la constructora OAS, a manera de soborno, un apartamento de tres pisos a cambio de beneficios con la petrolera Petrobras. En el otro proceso, el exmandatario fue condenado a 12 años y 11 meses en primera instancia por haberse beneficiado de las obras por cerca de un millón de reales (unos 270.000 dólares) que tres empresas, entre ellas las constructoras OAS y Odebrecht, realizaron en una casa de campo de la que disfrutaba en Atibaia, en el interior del estado de Sao Paulo. - Fernando Collor (69 años): llevó las riendas del gigante sudamericano entre 1990 y 1992, cuando fue destituido por corrupción, y actualmente es senador por el Partido Laborista Cristiano (PTC por sus siglas en portugués). Está enjuiciado en un proceso de la Lava Jato tras haber sido acusado de recibir sobornos por más de 30 millones de reales (unos 8 millones de dólares) para facilitar contratos en una subsidiaria de Petrobras. - Dilma Rousseff (71 años). Sucesora y ahijada política de Lula, gobernó Brasil entre 2011 y 2016, año en el que fue destituida por irregularidades en las cuentas públicas. La exmandataria está enjuiciada acusada de corrupción y lavado de dinero por irregularidades con dineros públicos. Rousseff es acusada de haberse beneficiado, junto con otros altos miembros del PT, entre ellos el expresidente Lula, de sobornos por hasta 1.480 millones de reales (unos 394,6 millones de dólares) a cambio de conceder contratos a empresas ya condenadas por la Lava Jato. - José Sarney (88 años): expresidente de Brasil (1985-1990) fue denunciado dos veces por la Procuraduría General de la República en la Operación Lava Jato, acusado de recibir sobornos de contratos sobrefacturados de Petrobras y de subsidiarias de la estatal, como la Transpetro, pero hasta ahora no se ha iniciado ningún juicio en su contra.