Miles marchan en Madrid a favor de los secesionistas catalanes

Miles de personas marcharon ayer sábado en Madrid en apoyo a políticos y activistas catalanes que están siendo enjuiciados por tratar de independizar a Cataluña de España en 2017.

Los nueve acusados enfrentan la posibilidad de pasar décadas en prisión por rebelión y otros cargos por orquestar un referendo prohibido por el gobierno central en octubre de 2017 y declarar la independencia catalana, en el noreste del país.

En la región cataluña, así como en algunas ciudades europeas, se han realizado varias marchas a favor de la independencia, pero la protesta del sábado es la primera de gran magnitud en la capital española.

Los organizadores dijeron que cerca de 120.000 personas acudieron a la marcha, una cifra muy superior de lo que pensaban. La policía, sin embargo, dijo que llegaron unos 18.000 e indicó que no se reportaron incidentes.

Políticos catalanes encabezaron la marcha, que comenzó con gente desplegando una pancarta que rezaba “La autodeterminación no es crimen”. El presidente regional de Cataluña declaró ante reporteros que la marcha en Madrid era necesaria para denunciar un juicio que describió como “farsa”.

Muchos separatistas en Cataluña consideran que los acusados, cuyos casos han sido presentados ante el Tribunal Supremo, son “prisioneros políticos” enjuiciados por sus ideas. España afirma que el proceso judicial es justo y que los tribunales son totalmente independientes del gobierno.

El juicio va a entrar a su quinta semana de audiencias. El proceso en Madrid es seguido muy de cerca en todo el país _los medios transmiten en vivo extensos testimonios de acusados y testigos y por la radio se llevan a cabo debates profundos sobre las estrategias de la fiscalía.

Se prevé que la sentencia no sea sino hasta después de la elección general de España del 28 de abril.

El tema de la independencia de Cataluña versus la unidad de España es un asunto de gran importancia para los votantes. La fallida declaración de independencia catalana desató la más grave crisis constitucional española en décadas.