Acoso de prensa y trampas reprime presencia de mujeres en la vida política
En algunos países de Latinoamérica la intimidación que sufren las mujeres por los medios de comunicación, al confundir su vida personal con la política, y las trampas en las campañas electorales se convierte cada vez más en amenazas que reprime a este grupo para su presencia en los cargos públicos.
Así lo explicó ayer a Efe la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Carmen Moreno, quien sostiene que la presencia de las féminas en las esferas de Gobiernos sigue siendo un porcentaje menor a pesar de las normativas vigentes.
En la actualidad la región aún mantiene un bajo índice de su participación, sobre todo, en los cargos parlamentarios en el que las mujeres ocupan el 23,3 % a 2017, proporción que aumentó lentamente en comparación con 11,3 % en 1995, según ONU Mujeres.
La representante de la CIM expresó que lo primero que deben hacer las féminas que cuentan con un liderazgo es capacitarse y conocer de cómo enfrentar situaciones de violencia política, dado que considera que los ataques pueden venir de distintos puntos.
"Por lo general cuando las mujeres deciden adentrarse en campañas políticas las agraden por su figura, parejas e hijos, inclusive se les llega a cuestionar con preguntas absurdas que no se le consultan a los candidatos varones. Entonces es necesario que ellas aprendan que no deben contestar eso, no es parte de su trabajo", exclamó.
La representante del foro político hemisférico advirtió que otro de los ataques con un sabor a "trampa" provienen incluso de los mismos compañeros de fórmula de los partidos.
Y es que, según Moreno, cuando se compiten en las alecciones, se usa solo la imagen de la mujer como titular para ganar, y después las hacen renunciar para que ocupe su lugar la figura masculina que en principio se proponía de suplente.
Otro punto inquietante que enfrentan estas mujeres son cuando escalan a cargos importantes y no las dejan participar en los ”rganos de decisión; y en casos extremos son asesinadas para callar su voz.
La experta subrayó la importancia de la Convención Interamericana diseñada en el marco de la OEA para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y enfrentar así este flagelo.
Este instrumento, que ha sido ratificado por 32 países de los 34 miembros, define las formas de violencia contra el sexo femenino y establece que toda mujer tiene derecho a una vida libre de discriminación.
Moreno destacó que otra herramienta para contrarrestar estas conductas que lastran la carrera profesional de las líderes es moverse hacia otros espacios más interactivos como redes sociales, cuyo uso puede exponer sus verdaderos ideales.
Aunque exigió a los partidos políticos la paridad de género en sus listas para lograr acrecentar los números de participación, en las mismas condiciones e igualdad que los hombres.
Uno de los mejores periodos que vivió Latinoamérica en cuanto a la mayor cantidad de presidentas fue en 2014 cuando estaban al poder Cristina Fernández (Argentina); Dilma Rouseff (Brasil), Michelle Bachelet (Chile); y Laura Chinchilla (Costa Rica). Junto a ellas estaban Portia Simpson (Jamaica) y Kamla Persad-Bissessar (Trinidad y Tobago), como primeras ministras de sus países.
Hoy la ONU afirma que las mujeres solo ocupan un 10 % de las jefaturas de Estado y de Gobierno del mundo y un 24 % de los escaños parlamentarios.
Mientras que el 18,3 % son ocupados por cargos ministeriales en carteras como medio ambiente, recursos naturales y energía, seguidas de otras de carácter social como asuntos sociales, educación y familia.