ESPAÑA SUCESOS

El rescate del niño español atrapado en un pozo tardará al menos 35 horas más

Los trabajos para rescatar al niño español de dos años atrapado en la parte baja de un pozo desde el domingo pasado tardarán al menos 35 horas más, según los especialistas, tiempo necesario para perforar un conducto vertical y cavar después una galería horizontal hasta donde se cree que puede estar.

Los equipos, que trabajan contra reloj, han comenzado a perforar el túnel vertical de 60 metros paralelo al pozo, lo que llevará de 12 a 15 horas, en tanto que la galería será cavada a mano por mineros y costará otras 20 horas, aunque depende de la resistencia del terreno.

Para descender a ese nivel el Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga ha diseñado una cápsula metálica diseñada por ellos, y que según han informado a Efe agentes de la Guardia Civil, ya ha sido trasladada a la zona para su futura utilización en las labores de rescate, un trabajo que avanza según las previsiones.

Hasta el momento se han perforado algo más de 15 metros del pozo vertical a un ritmo de 3 metros por hora, unos trabajos que concluirán al llegar al punto indicado a 60 metros de profundidad, para posteriormente comenzar a excavar manualmente la galería horizontal.

La cápsula, construida en la localidad de Alhaurín El Grande (Málaga), servirá para bajar a los mineros trasladados desde Asturias (norte) con sus materiales de trabajo para poder llegar hasta Julen y subir con él en el habitáculo.

Ese espacio cuenta con una parte inferior que "tiene medio metro y que está diseñada para depositar la tierra para sacarla" y que, dado el caso, tiene incluso "un depósito con capacidad para 500 kilos de tierra" de almacenamiento, explicó el jefe provincial de bomberos de Málaga y creador del artilugio, Julián Moreno.

Antes, maquinaria pesada ha tenido que efectuar un desmonte a toda prisa y atravesar un macizo rocoso para montar la plataforma de perforación.

El niño, llamado Julen, se cayó por una prospección de agua de 25 centímetros de diámetro y 110 metros de profundidad en una finca privada de la localidad malagueña de

Totalán (sur español). El pozo está obstruido por un tapón de tierra a 71 metros de profundidad.

"Esto ha pasado de ser un rescate a una obra de ingeniería civil humanitaria", resumió a la prensa el delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos de Málaga, Ángel García.

"Estamos esperanzados en que este trabajo pueda llevarnos el menor tiempo posible si las condiciones son un poco más favorables que las que nos hemos encontrado hasta ahora", comentó.

Preguntado por la posibilidad de que el niño no esté donde se cree, debajo de la obstrucción de tierra, García reconoció que los técnicos desconocen cuánto mide el tapón o, incluso, si llega hasta el fondo del pozo.

Durante la jornada se han registrado periodos de lluvia en la zona, pero no ha impedido que continúen los trabajos para rescatar al pequeño Julen.