Conforman comisión electoral que dirigirá referendo sobre Constitución cubana

Los integrantes de la Comisión Electoral Nacional (CEN) que organizará el referendo sobre la nueva Constitución cubana, previsto para el próximo 24 de febrero, juraron hoy sus cargos en el Capitolio de La Habana, informaron medios estatales.

El organismo cuenta con 17 miembros procedentes de organismos estatales, incluidas las Fuerzas Armadas, y está presidido por Alina Balseiro, quien también estuvo al frente de la CEN en el proceso electoral que Cuba celebró entre finales de 2017 y este año.

A la ceremonia asistieron el primer vicepresidente cubano, Salvador Valdés, y el presidente de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), Esteban Lazo, además del secretario del Consejo de Estado, Homero Acosta, quien recordó a los miembros de la Comisión su "alta responsabilidad".

Acosta, citado por la estatal Agencia Cubana de Noticias, señaló que la CEN deberá velar por el cumplimiento de las normas y asegurar "exigencia, imparcialidad y transparencia sobre la base de los principios éticos en aras de lograr la efectiva participación del pueblo".

En los próximos días también asumirán sus cargos las autoridades electorales en las provincias y municipios, agregó.

La pregunta a la que contestarán los cubanos en referendo es "¿Ratifica usted la nueva Constitución de la República?".

El texto final de la nueva carta magna, que sustituirá a la vigente desde 1976, fue aprobado el pasado 22 de diciembre por unanimidad en la Asamblea Nacional, tras un proceso de tres meses de consultas populares en el que participaron casi nueve millones de cubanos y, por primera vez, la comunidad emigrante.

"La Ley fundamental que acabamos de aprobar reafirma el rumbo socialista de la Revolución" y garantiza "una mayor inclusión, justicia e igualdad social", subrayó el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, después de la votación parlamentaria.

La nueva Constitución incluye 760 enmiendas al borrador propuesto inicialmente por la Comisión Constitucional que lideró el expresidente y primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), Raúl Castro, lo que supone que el 60 % de ese primer proyecto fue modificado.

La renovada "ley de leyes" cubana no introduce cambios en el sistema político, mantiene al PCC como "fuerza dirigente superior de la sociedad" y ratifica el comunismo como aspiración, pese a que ese término se había eliminado en el primer borrador de la reforma constitucional.

En esencia, la nueva Constitución no modifica el sistema político de la isla pero sí busca plasmar la controlada apertura económica y las reformas impulsadas durante los dos mandatos del general Castro (2008-2018) en un intento por fortalecer la debilitada economía del país.

En consonancia con ello, el texto reconoce la propiedad privada y la necesidad de la inversión extranjera para la economía de la isla.

Además, instituye las figuras del presidente de la República y el primer ministro, establece un límite de dos mandatos presidenciales consecutivos y, respecto a la libertad de prensa, recoge que en ningún caso los medios fundamentales de la comunicación serán objeto de propiedad privada.

Tras meses de polémica, la redefinición de la figura del matrimonio que habría abierto la puerta a una posterior aprobación de las uniones homosexuales quedó fuera del texto y el debate se pospuso a la aprobación, en el plazo de dos años, de un nuevo Código de Familia que también será sometido a referendo.

Aunque en Cuba no están permitidas las campañas políticas, en las redes sociales el Gobierno y las organizaciones oficialistas están promoviendo el "sí" a la nueva Constitución, frente a un sector de la ciudadanía que se muestra abiertamente en contra del proyecto bajo la consigna "#yovotono".