VATICANO
Cumbre contra pedofilia en Vaticano, participantes se encontrarán con víctimas
Los organizadores de una cumbre convocada por el papa Francisco sobre la "protección de menores", prevista para fines de febrero en Roma, exhortaron este martes a los participantes a prepararse para en lo previo reunirse personalmente con las víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros del clero.
"El primer paso debe ser reconocer la verdad de lo que ha sucedido", subraya la misiva de los organizadores, que fue enviada este martes y hecha pública por el Vaticano.
"Por esta razón, urgimos a cada presidente de conferencia episcopal a acercarse y visitar a víctimas que han sufrido abusos por parte del clero en sus respectivos países antes de la reunión de Roma, y aprender así de primera mano el sufrimiento que han soportado", reza en un pasaje.
Con esta gestión, los organizadores quieren que las víctimas estén en el centro del pensamiento de los aproximadamente 180 participantes, en particular todos los presidentes de las conferencias episcopales del planeta, pero también expertos. En la reunión tan esperada, se abordarán temas como la responsabilidad y la transparencia de la Iglesia católica.
El Vaticano designó recientemente a cuatro allegados al papa para orientar la cumbre convocada para entre el 21 y 24 de febrero.
"Descuidamos a los pequeños abandonándolos", escribió a manera de 'mea culpa' en agosto el Papa Francisco en su "Carta al Pueblo de Dios", publicada en siete idiomas.
La misma fue escrita tras la revelación de un gran escándalo de pedofilia en Pennsylvania (EEUU) que sacó a luz los abusos sexuales encubiertos por la Iglesia católica en ese estado, perpetrados por más de 300 "sacerdotes depredadores", de los que fueron víctimas por lo menos mil niños.
Las dramáticas revelaciones de escándalos en Europa, Chile y Australia han debilitado la credibilidad de la Iglesia católica, que enfrenta una de las mayores crisis de su historia.
Esta reunión de febrero tiene también como objetivo sensibilizar a representantes de algunos países de otros continentes, como África o Asia, que afirman no estar concernidos por estos delitos.