El pescador que pasó un año en la cárcel tras ser confundido con un narcotraficante

Tomás Martínez, un modesto pescador de la localidad de la localidad de Marbella, España, vio su vida hecha un infierno luego de que, mientras pescaba, las autoridades lo confundieran con un narcotraficante y lo condenaran a vivir un año tras las rejas.

Martínez, de entonces 47 años, salió la noche del 21 de febrero de 2010 a pescar como regularmente solía hacerlo en la playa de Cabopino, cuando un grupo de hombres se le acercó de espalda. "Me quedé sentado, y me quitaron el móvil, acababa de llamar a mi mujer, mientras uno de ellos agitaba una luz hacia el mar. A continuación, casi en silencio, entró la lancha. Era de color negro, enorme, y de ella se bajaron varias personas”, describió Tomás, al medio el País.

Relata que los hombres de la lancha empezaron a descargar varios paquetes de la embarcación que contenían hachís y a transportarlos a una furgoneta. Fue entonces que aparecieron las autoridades. "Vi varias luces que corrían por la playa hacia donde yo estaba al grito de 'Alto a la Guardia Civil', y ruidos de tiros y más tiros. Alcé los brazos, muy asustado, y pensando para mis adentros: 'Dios mío, que no me peguen un tiro, que no me peguen un tiro...'”.

Cuando todo se calmó y la policía ya tenía detenido a los criminales, Martínez fue llevado junto con ellos a un juzgado, donde fue acusado de ser un "aguador", es decir el que avisa a la lancha de si hay guardias en la playa, y condenado a pasar siete años de cárcel y pagar 13 millones en multas.

Tras un año en prisión, salió en libertad provisional, pero tuvo que esperar seis años para quedar absuelto en juicio. Ahora pide al Estado 220.000 euros de indemnización por los 345 días que estuvo en la cárcel y las secuelas psicológicas que padece.