Migrantes continúan penosa marcha en México con más grupos en camino
La primera caravana de migrantes centroamericanos que recorren México llegó ayer a la ciudad de Matías Romero del estado sureño de Oaxaca tras una agotadora marcha de siete horas, mientras nuevos contingentes les siguen los pasos en Chiapas y más vienen en camino desde El Salvador.
Los miembros de la primera caravana, principalmente hondureños, llegaron a Matías Romero, en el norte del Istmo de Tehuantepec, para instalarse en el improvisado albergue dispuesto en un campo de fútbol.
Después de caminar cuesta arriba por una sinuosa pendiente hasta este poblado a casi 500 metros sobre el nivel del mar tras dos días en Juchitán, ubicada a escasos metros sobre el Pacífico, los viajeros llegaron agotados.
Hasta el atardecer de este jueves los migrantes no contaban con sanitarios ni áreas de baño porque las letrinas "que alguien rentó" se enviaron a Jalapa del Marqués, que era el lugar al que originalmente llegaría la caravana.
Pero tras haber cambiado de ruta y poner mira en el estado de Veracruz, en el otro extremo del Istmo, "ya no hubo tiempo para hacer las modificaciones", dijo una fuente del Gobierno estatal.
Durante dos horas ininterrumpidamente se estuvieron sirviendo los platillos y los botes de agua para los migrantes, y por la tarde mientras unos descansaban bajo los árboles y sobre el pasto otros con suficiente energía jugaban fútbol.
La caravana emprendió la madrugada de este jueves la marcha desde Juchitán hacia el norte rumbo a Matías Romero ante la ausencia de facilidades para trasladarse hacia la capital estatal.
Los coordinadores anunciaron en una asamblea realizada a la medianoche del miércoles a través de megáfonos que en Jalapa del Marqués, al noroeste, la Alcaldía se negó a brindarles ayuda humanitaria.
Los migrantes, más de 4.000, pasaron dos noches en Juchitán, que los acogió con hospitalidad. Son los que mantienen su intención de alcanzar la frontera con Estados Unidos de los más de 7.000 que entraron a México el 19 de octubre desde Guatemala.
A ellos se suman otros 2.000 que ingresaron el 29 de octubre y que aún están en el fronterizo estado de Chiapas.
En tanto, unos 500 salvadoreños que salieron el pasado domingo rumbo a Estados Unidos ya solicitaron esta semana asilo en México, informó el miércoles la viceministra para Salvadoreños en el Exterior, Liduvina Magarín.
"Las autoridades han decidido que, mientras esperan la decisión final de si califican o no (para el asilo), van a tener libre movilidad dentro del estado de Chiapas" y que pese a las "limitaciones" que esto implica "van a estar protegidos", sostuvo en San Salvador.
Una segunda caravana salió el mismo miércoles de la capital salvadoreña rumbo a Estados Unidos, pasando por Guatemala y México.
El Gobierno de El Salvador contabilizó este jueves un total de 1.778 migrantes en esta nueva caravana, de los cuales 268 desistieron de seguir el trayecto y 1.510 siguieron la ruta y se encuentran ya en Guatemala a la espera de la oportunidad de cruzar a México.
Por su parte, el secretario mexicano de Gobernación, Alfonso Navarrete, declaró el miércoles que unos 700 centroamericanos de los distintos grupos que ya están en México han sido repatriados por voluntad propia, en tanto que alrededor de 2.200 se han adherido a un plan gubernamental para facilitar la solicitud de refugio.
Los vicecancilleres encargados de temas migratorios de El Salvador, Guatemala, Honduras y México, reunidos el martes en Ciudad de México, coincidieron en que el flujo de miles de migrantes que se registra desde mediados de octubre es "inédito y atípico".
Los delegados apuntaron que el fenómeno "requiere de una atención especial por parte de los Gobiernos para garantizar el respeto de sus derechos humanos, proveer asistencia humanitaria, al tiempo de mantener una migración segura, ordenada y regular y con apego a las leyes migratorias de cada país".
En tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves que prepara un plan para limitar las opciones de solicitud de asilo en la frontera con México.
"Con este plan, los migrantes ilegales no podrán obtener nunca más un pase gratis a nuestro país realizando reclamos sin mérito al pedir asilo. En cambio, los migrantes que buscan asilo tendrán que presentarse legalmente en los puertos de acceso", dijo.