A casi un año de su desaparición, lo que ha hecho Argentina para localizar a submarino con 44 tripulantes

La búsqueda del submarino argentino San Juan, que retomó hace un mes una empresa estadounidense contratada por el país, prosigue sin éxito pero con las esperanzas renovadas de los familiares de encontrar a los 44 tripulantes.

El ARA San Juan emitió sus últimas señales en noviembre del año pasado después de que se registrase una explosión en la zona en la que navegaba; una desaparición que fue seguida de una gran campaña internacional para tratar de rescatar a los marinos primero, y más tarde encontrar el sumergible.

Pero cinco meses después, la búsqueda con tecnología de primer nivel fue pospuesta con la marcha del buque oceanográfico "Yantar", el último que se mantenía en el operativo.

Tras meses en los que el Gobierno buscó una fórmula para continuar con la búsqueda, y en los que los familiares protagonizaron una acampada de 52 días en la icónica Plaza de Mayo de Buenos Aires, la Armada argentina contrató a la empresa estadounidense Ocean Infinity, que solo recibirá los 7,5 millones de dólares pactados en caso de hallar el submarino.

El Seabed Constructror, propiedad de la compañía, partió finalmente el pasado 7 de septiembre e inició la segunda fase del rastreo, para la que el contrato fijó un plazo mínimo de dos meses y un máximo de cuatro.

"Era lo que los familiares queríamos", contó a Efe Marcela Moyano, esposa de Hernán Rodríguez, uno de los tripulantes del ARA San Juan, y aunque lamentó que la decisión tardase en llegar, afirmó que los familiares "tienen las esperanzas puestas en esta empresa" por su tecnología.

El barco empleado por Ocean Infinity tiene 115 metros de eslora y 8.000 toneladas de desplazamiento, y cuenta con cinco AUV (vehículos submarinos autónomos, que pueden sumergirse hasta 6.000 metros de profundidad), un helipuerto, un laboratorio informático, una grúa de 250 toneladas y lanchas rápidas.

Desde que comenzó a buscar hace un mes, se han identificado decenas de "puntos de interés" cuyas características podrían corresponderse con el submarino, aunque todos ellos han sido descartados.

A bordo del buque se encuentran cuatro observadores de las familias, y estas reciben diariamente de los resultados, con dos informes al día.

Marcela Moyano, que expresó que es un alivio para las familias recibir estos partes y que el Seabed Constructor opere las 24 horas del día y no se detenga pese a las malas condiciones climáticas, resaltó no obstante que este nuevo operativo es "puramente por el esfuerzo y la lucha continua que han tenido siempre los familiares".

"Queda tiempo todavía, seguimos apostando a la fe y a las esperanzas de que los encuentren", manifestó.

Aunque desde las autoridades han señalado la dificultad de recuperar el submarino si este se halla a mucha profundidad, la mujer del marino Hernán Rodríguez avisó que si algún día reciben la noticia que llevan cerca de un año esperando: "No nos vamos a quedar con que lo encontraron, también queremos que lo refloten".

Este martes, la Armada argentina informó de que, tras haber buscado sin éxito en las seis zonas que se establecieron en un principio, y a falta de nuevas identificaciones que estudiar, fijó una nueva zona a rastrear, situada al este de las anteriores y de una profundidad mayor, que supera los 1.600 metros.

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