Chile: Iglesia se disculpa por directrices para sacerdotes
La Iglesia católica de Chile pidió disculpas el martes por un conjunto de pautas de conducta para los sacerdotes que conviven con niños que han causado indignación justo cuando el país sudamericano es sacudido por un escándalo de abuso sexual por parte de los clérigos.
Entre las recomendaciones se les pide a los sacerdotes no "tocar el área de los genitales o el pecho" de los menores, así como no besarlos en la boca, darles palmadas en el trasero o "dormir junto a niños, niñas o adolescentes". También dice que los sacerdotes deberían evitar conductas que pueden ser "malinterpretadas", como tomar fotografías de los niños, adolescentes o personas vulnerables cuando estén desnudos, se visten o se duchan.
El documento publicado en el sitio del arzobispado de Santiago de Chile el viernes fue firmado por el cardenal Ricardo Ezzati, quien se encuentra bajo investigación por parte de los fiscales por supuestamente haber encubierto años de abuso y que se prevé que sea interrogado el miércoles. Se tenía programado que las pautas de conducta entraran en vigor en abril de 2019.
Pero dadas las críticas, la Iglesia chilena retiró el documento al poco tiempo de su publicación. "Hemos cometido un error y lo vamos a reparar", dijo Cristian Roncagliolo, obispo auxiliar de Santiago. "Lo que es delito es delito".
Las llamadas "Orientaciones que fomentan el buen trato y la sana convivencia pastoral" no mencionan el abuso sexual. Se refieren a "hechos dolorosos" o "señales equívocas".
Jaime Coiro, portavoz de la Conferencia Episcopal Chilena, emitió un comunicado en el que pidió a los chilenos consultar las pautas para prevenir el abuso contra menores de edad publicadas en 2015 que se distribuyeron a nivel nacional.
Sin embargo, algunas de las víctimas y activistas señalaron que seguían conmocionados por la carencia de sensibilidad en un país donde el papa Francisco ha reconocido que había subestimado la omnipresencia de sacerdotes pedófilos y otros abusos de la Iglesia.
"Este es un documento extraño y aterrador. Revela la peligrosa mentalidad de los obispos chilenos", dijo Anne Barrett Doyle, de la base de datos en internet BishopAccountability.org.
"Incluso en esta época de supuesta penitencia y reforma, ellos siguen extrañamente alejados de las normas sociales sobre protección infantil", añadió. "Las recomendaciones nos permiten echar un vistazo a las racionalizaciones del cardenal Ezzati, en específico. Nos muestran su aparente incapacidad para horrorizarse ante el comportamiento que constituye el abuso sexual infantil".
Algunos defensores de las víctimas de abusos manifestaron que las pautas deberían haber estipulado que los sacerdotes que practiquen estas conductas abominables serán retirados permanentemente del ministerio y reportados a las autoridades.
"El manual que publicó el arzobispado de Santiago... es una vergüenza", aseveró Jaime Concha, quien dijo que cuando tenía 12 años fue violado por un miembro de la Congregación de los Hermanos Maristas en Chile durante una excursión de niños exploradores en la década de 1970. "En él, claramente se describen todas aquellas acciones que son violaciones a los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes" que hemos sufrido el abuso eclesiástico.
Los fiscales chilenos dijeron que hay más de 120 investigaciones en curso sobre abuso sexual por parte de clérigos a menores de edad.
El papa ha criticado a los obispos chilenos por destruir la evidencia de los delitos sexuales, por presionar a los abogados de la Iglesia para que minimizaran las acusaciones y por ser negligentes en cuanto a proteger a los niños de sacerdotes pedófilos.