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Autos blindados de segunda mano, una protección en tiempos de crisis en Brasil

El temor de recibir un disparo mientras conducen está cada vez más presente entre los brasileños, pero en una economía estancada disponen de menos medios para protegerse. Así hace su entrada el auto blindado de segunda mano.

Sea para obtener una protección realmente necesaria o para presumir, el vehículo personal a prueba de balas suele asociarse con los ricos.

En Brasil, los autos blindados son mucho más comunes que en la mayoría de los países. Los expertos del sector consideran que la industria brasileña de blindaje, que mueve mil millones de reales al año (unos 245 millones de dólares), es la más grande del mundo.

Pero en un país que sale con dificultad de dos años de dura recesión (creció apenas 1% en 2017), los conductores más preocupados buscan opciones acordes con su presupuesto.

"Me gustan los autos, pero no me siento cómodo gastando mucho en uno", dice el abogado Mauricio Paulo, de 40 años, dueño de un Volvo XZ 60 antibalas de segunda mano.

Es su cuarto vehículo blindado. Compró el primero después de sufrir un asalto cuando estaba parado en un semáforo. El nacimiento de su hija hace 18 meses lo convenció de que debía apegarse a la idea y mantenerse frugal.

"Necesito un automóvil a prueba de balas por seguridad, así que fui por un auto usado, porque voy a gastar menos dinero para moverme de manera segura", explica.

Modificar un auto cuesta alrededor de 54.000 reales, más o menos como comprar un vehículo adicional. Decidirse por un blindado usado baja el precio entre un 10% y un 40%, de acuerdo con estimaciones variables de concesionarios y propietarios.

La capital del auto blindado

México, otro gran mercado, alcanzó en 2017 una de sus mejores cifras al blindar 2.986 automóviles. Ese mismo año fue muy malo para la industria del blindaje en Brasil, que igual lo superó en más de 15.000 unidades.

Los vehículos blindados privados son especialmente comunes en la clase media de Sao Paulo, más allá de que esta megalópolis sea una de las zonas más seguras en un país a menudo extremadamente violento.

Casi las tres cuartas partes de los trabajos de blindaje se realizan en el estado de Sao Paulo, donde también está la mayoría de los 150.000 vehículos protegidos del país, según la Asociación Brasilera de Blindaje (Abrablin).

Ni Abrablin ni el gremio de vendedores de autos usados ??Fenauto realiza un seguimiento de las ventas de blindajes de segunda mano.

Pero los expertos de la industria dicen que la tendencia es real.

"Este año, el mercado de los automóviles usados ??está en ebullición", dice Fabio Rovedo de Mello, director de una compañía de blindaje con sede en Sao Paulo. "Debido a la situación que atraviesa el país, la demanda de automóviles usados ??ha aumentado", añade.

Las ventas de autos nuevos en general en Brasil se desplomaron en 2016 a su mínimo en una década y el nicho de mercado de los blindados nuevos reflejó la tendencia, cayendo un 20% el año pasado, en comparación con 2016.

"Cuando el mercado de lo nuevo no vende, hay una mayor demanda de automóviles usados", señala Marcelo Christiansen, presidente de Abrablin y director de una empresa de blindaje.

"Los autos blindados son mucho más caros, por lo que la opción era un automóvil usado dentro de mi presupuesto", cuenta Eliane Wakatsuki, de 39 años, gerente de una empresa hidroeléctrica, mientras prueba un Mercedes Benz GLA 200 usado en un negocio de blindados de lujo.

Incluso aquellos que compran autos nuevos y le agregan el blindaje están en busca de ofertas.

El año pasado, el auto nuevo más vendido para blindar fue el Toyota Corolla, el más barato y pequeño que puede agregar la armadura, la cual puede sumar hasta un 12% del peso del vehículo.

¿Lo necesitan?

Los propietarios dicen que las altas tasas de criminalidad los llevan a buscar seguridad adicional. Algunas compañías internacionales instaladas en Brasil obligan a sus empleados extranjeros a conducir vehículos blindados.

Pero saber si esos autos son necesarios, es otra cuestión.

Sao Paulo, el estado más rico de Brasil, tuvo la tasa de homicidios más baja del país en 2016. Hubo 10,9 asesinatos por cada 100.000 habitantes contra un promedio nacional de 30,3, mientras que el estado de Sergipe en el noreste tuvo 64,7.

"Tener un automóvil a prueba de balas en Brasil tiene que ver con el estatus. La gente está más preocupada por el estatus que por su propia seguridad", dice Christiansen.

"La esposa se enoja porque la vecina tiene uno y ella no, así que le dice a su marido: 'Necesito un coche a prueba de balas'", afirma.

Para Paulo, el vehículo blindado puede brindar seguridad, pero le genera problemas de conciencia.

"Los que tienen más recursos pueden protegerse mejor", dice. "Los otros, pueden hasta perder sus vidas por algo pequeño", afirma.