ELECCIONES

El voto latino en Arizona, un gigante aún dormido

El voto latino en Arizona (EE.UU.), un estado clave en las elecciones legislativas que se celebrarán en noviembre en el país, aún es un "gigante dormido" en un territorio que cuenta con un tercio de población hispana, pero que apenas acude a las urnas.

Arizona acogerá este martes las primarias de cara a los comicios de "medio mandato" en EE.UU., donde se renovarán los 435 asientos de la Cámara de Representantes y un tercio de los 100 escaños del Senado, además de una treintena de gobernaciones.

Las elecciones en este estado son especialmente interesantes en este ciclo, dado que Arizona está convirtiéndose en un "estado bisagra", lo que podría dar una victoria fundamental a los demócratas después de décadas de hegemonía republicana.

Pese a la fuerte presencia hispana, los latinos son uno de los grupos demográficos que menos acude a sufragar "por una cuestión de educación en el voto y por el complejo sistema de registro" que tiene el estado, explica a Efe Joseph García, director del Centro Latino de Políticas Públicas de la Universidad de Arizona.

"La población latina tiene una media de 26 años en Arizona, mientras que la población blanca supera los 50 -apunta el experto-. Son siempre las personas más mayores las que acuden a votar y las que se comprometen en registrarse, algo que en este estado hay que hacer con un mes de antelación a los comicios".

Además, agrega García, los latinos más jóvenes no están acostumbrados a ver votar a sus padres, por lo que no tienen una cultura de sufragio tan arraigada como los blancos y, por otra parte, pertenecen a un estrato social más pobre, que históricamente acude con menos afluencia a las urnas.

Según datos del Centro de Investigaciones Pew, los hispanos de Arizona salieron a votar en las elecciones presidenciales de 2016 en un 47,6%, una cifra similar a la registrada en la cita de 2012, con un 48%; mientras que un 73 % de la población blanca con derecho a voto acudió a las urnas tanto en 2012 como en 2016.

A ello se suma la escasa representación de hispanos en las candidaturas políticas, que este año cuentan con apenas un aspirante de alto nivel, el demócrata David García, que se presenta a las primarias para la Gobernación del estado.

"El hecho de que un aspirante sea latino sí puede movilizar el voto entre los hispanos, pero aún es temprano para considerar que puede ser determinante", asegura García.

No obstante, debido a la evolución demográfica estatal, donde los latinos tienen un crecimiento exponencial comparado con el de los blancos o nativos americanos, el efecto de su voto tendrá cada vez más impacto.

"Cuando los republicanos vean que los hispanos tienen realmente un peso específico saldrán a buscar su voto", augura García, en alusión a que hasta ahora los demócratas son quienes han hecho más esfuerzos para atraer al votante de esa minoría, apelando especialmente a los temas migratorios y a la educación, dos de sus principales preocupaciones.

Sin embargo, apunta, la población hispana tiene muchas cuestiones afines con el conservadurismo, como la importancia de la familia o las fuertes creencias religiosas.

"Los latinos en Arizona, a diferencia de lo que se pueda pensar, son en su mayoría ciudadanos estadounidenses, no son inmigrantes ilegales -añadió-, por lo que pueden tener una gran influencia en el panorama político".