TRANSPORTE AÉREO
La escasez de combustible obliga a cancelar vuelos en Brasil
La escasez de combustible en diferentes aeropuertos de Brasil debido a la paralización de los camioneros obligó a cancelar más de 70 vuelos en diferentes partes del país, entre ellos Brasilia, la capital.
Un total de 30 vuelos fueron cancelados hoy en Brasilia, uno de los aeropuertos más afectados por la huelga, mientras que otros 30 sufrieron retrasos, según informó el administrador de la terminal.
"Las reservas de queroseno del aeropuerto de Brasilia se agotaron hoy", advirtió el aeropuerto a través de las redes sociales.
La terminal aérea de Brasilia es uno de los principales ejes de conexión entre el sur y el norte de Brasil, que hoy sintió fuertemente la falta de abastecimiento por el paro de los transportistas.
La huelga de los camioneros, quienes reclaman por los elevados precios del combustible, llegó hoy a su quinto día y ha sumido a algunas ciudades de Brasil en un caos, debido a la falta de productos básicos, como gasolina, alimentos e incluso insumos necesarios en los hospitales.
Durante la jornada, algunas escuelas suspendieron las clases y ciudades como Sao Paulo han reducido la frota de autobuses para racionar el combustible, que comienza a agotarse en los puestos de gasolina.
Ante esta situación, el presidente de Brasil, Michel Temer, elevó hoy el tono y autorizó la actuación del Ejército para desbloquear las carreteras del país.
La decisión se produce un día después de que el Gobierno brasileño anunciara un tregua de 15 días con los transportistas en huelga, pero las paralizaciones continuaron este viernes en todo el país a pesar del acuerdo.
El ministro de la Presidencia, Eliseu Padilha, dijo la víspera que, para contener el precio del diesel, cuyas continuas alzas causaron la huelga, el Gobierno se comprometió a eliminar por lo que resta de 2018 los impuestos a ese combustible, que suponen casi 50 % de lo que pagan los consumidores.
Asimismo, explicó que durante los próximos 30 días el precio de ese combustible estará congelado, incluyendo una reducción del 10 % ofrecida por Petrobras durante los primeros 15 días, y que a partir de ese momento pasará a ser subsidiado por el Estado, al menos hasta fines de este año.
No obstante, las medidas no fueron suficientes para algunos sectores de los camioneros, considerados por Temer como "radicales", por lo que el paro fue prolongado.