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Gran Bretaña expulsa a 23 diplomáticos rusos
Las relaciones entre Gran Bretaña y Rusia cayeron ayer a su nivel más bajo desde la Guerra Fría después que la primera ministra Theresa May ordenó la expulsión de 23 diplomáticos rusos, suspendió los contactos de alto nivel con Moscú y anunció acciones abiertas y encubiertas contra la intromisión del Kremlin a causa del envenenamiento de un ex espía ruso.
Rusia afirmó que responderá pronto contra lo que describió como las medidas "rudimentarias" y "hostiles" de Gran Bretaña.
Aunque May se comprometió a frustrar el espionaje y la "actividad estatal hostil" de Rusia, dio pocos detalles sobre cómo Gran Bretaña golpeará con fuerza a los políticos y oligarcas rusos donde les duele: sus carteras.
"Expulsar diplomáticos es una respuesta estándar", dijo Natasha Kuhrt, experta en Rusia de la universidad King's College London. "No creo que haga que Moscú lo piense".
May declaró ante la Cámara de los Comunes que 23 diplomáticos rusos identificados como agentes de inteligencia no reconocidos como tales oficialmente tienen una semana para marcharse de Gran Bretaña.
"Será la expulsión de mayor envergadura dispuesta en más de 30 años", afirmó May, quien agregó que la medida podría "degradar la capacidad de la inteligencia rusa en Gran Bretaña para los próximos años".
May anunció las medidas después de que Moscú desatendió el plazo que venció a la medianoche para que explicara cómo el agente nervioso Novichok, desarrollado por la Unión Soviética, fue utilizado contra Sergei Skripal, un exagente ruso al que se declaró culpable de espiar para la Gran Bretaña, y contra su hija, Yulia. Padre e hija continúan en estado crítico en un hospital de Salisbury, en el suroeste de Inglaterra, donde les encontraron inconscientes el 4 de marzo.
La primera ministra dijo que "no hay más conclusión que el Estado ruso fue el culpable del intento de homicidio contra el señor Skripal y su hija".
May anunció diversas medidas económicas y diplomáticas, entre ellas la suspensión de los contactos de alto nivel con Rusia. La invitación al ministro ruso del exterior Sergey Lavrov para que visitara Gran Bretaña fue cancelada, y los ministros y miembros de la familia real del país no asistirán a la Copa del Mundo de Fútbol que se disputará este verano en Rusia.