ROMA
Italia lidia con tráfico sexual desde África
Precious sobrevivió una travesía a través del norte de África y dos botes que se fueron a pique antes de llegar a Italia, donde la recibió la realidad que enfrentan jóvenes inmigrantes nigerianas como ella: Una madama le dio condones, medias y la puso a trabajar en la calle.
“Yo tenía un colchón. Estaba en los arbustos”, le dijo Precious a The Associated Press recientemente, con el rostro cubierto para ocultar su identidad. “Si llegaba un hombre blanco que decía que no quería tener relaciones sexuales en su auto, lo llevaba a mi colchón”.
Las adolescentes y jóvenes nigerianas que se prostituyen en la calle son una imagen común para los automovilistas en Italia. Trabajando junto a caminos y carreteras secundarias en ciudades grandes y pequeñas, son un triste recordatorio de que aunque Italia ha conseguido reducir la inmigración procedente de Libia, no ha conseguido ayudar a una fracción de las inmigrantes traficadas como esclavas sexuales.
Se estima que entre 10.000 y 30.000 prostitutas nigerianas caminan las calles italianas, a menudo para pagar deudas contraídas para llegar al país. Cifras del gobierno muestran que 1.172 personas traficadas fueron rescatadas y recibieron protección especial en el 2016, unas 700 de ellas mujeres y niñas nigerianas. Más de 100 fueron menores de edad, como Precious.
Ella tenía 17 años cuando fue hallada frente a la costa de Libia con otros migrantes y traída a Italia. Luego que traficantes nigerianos pusieron a Precious en un tren a Turín, la “madame” nigeriana que la recibió en la ciudad norteña la sentó y le explicó su nueva vida.
“No tienes otra opción. Esto es lo que pasa, así va a ser”, recuerda Precious, un apodo que usa. “Tienes que prostituirte”.
¿La razón? Tenía que pagar la deuda de 20.000 euros que sus traficantes dijeron había contraído.
El gobierno italiano ha triplicado sus fondos para ayudar a niñas traficadas a salir de las calles, de 8 millones de euros en el 2015 a 22,5 millones en el 2017. La oficina de oportunidades iguales del gobierno dice que la mayor parte del dinero ha sido dedicada a proveer más camas en albergues seguros para mujeres y niñas traficadas que quieren escapar de la vida den las calles.
Pero activistas dicen que no existe una respuesta o estrategia coordinada, ni suficientes camas. Las mujeres rescatadas no pueden ser enviadas a albergues regulares para inmigrantes, porque quienes las explotan van a buscarlas. De hecho, muchas muchachas aún en las calles viven en albergues de inmigrantes, donde los traficantes iperan con impunidad, dijo David Mancini, fiscal en l’Aquila.