DERECHOS HUMANOS

Nieta 126 restituida por Abuelas de Plaza de Mayo: "Se me completó la vida"

Adriana, niña apropiada durante la dictadura argentina (1976-1983) e identificada por la organización pro derechos humanos Abuelas de Plaza de Mayo este lunes, aseguró hoy que está "en shock" con la noticia pero que se siente "feliz", "orgullosa" y que se le "completó la vida".

"Estoy feliz. Estoy plena. Se me armó esa ficha del rompecabezas, aunque se armó otro rompecabezas con una familia más grande, pero se me completó la vida", dijo la mujer durante la rueda de prensa que se realizó en la sede de Abuelas en Buenos Aires para dar detalles de la identificación. Adriana, de 40 años de edad, es hija de Violeta Graciela Ortolani y Edgardo Roberto Garnier, detenidos-desaparecidos en la dictadura, y nació en 1977 durante el cautiverio de su madre. Ortolani y Garnier eran militantes activos y formaron parte de la guerrilla Montoneros hasta que fueron secuestrados en La Plata, a 56 kilómetros de Buenos Aires. Arropada por dos tías de sangre, familiares y amigos de sus padres en una sala abarrotada, la mujer explicó que se enteró de que no era hija biológica de las personas que la criaron poco después de su fallecimiento y que, inmediatamente, acudió a Abuelas para saber si era hija de desaparecidos. Tras cuatro meses de espera no se encontró compatibilidad y su vida prosiguió buscando posibles explicaciones hasta que ayer le comunicaron la feliz noticia, una vez concluido el análisis del ADN. "De pensar que había sido abandonada y vivir con eso... a saber que fui muy querida, buscada y que tengo una familia hermosa y una abuela con 40 años. Es una genia, ya la quiero", aseveró Adriana. La mujer podrá conocer a su abuela paterna, Blanca Díaz de Garnier, quien no pudo acompañar a su nieta ya que viven en Concepción del Uruguay, en la provincia de Entre Ríos, a unos 300 kilómetros al norte de Buenos Aires. Todavía "en shock" con la noticia, la nieta 126 aseguró que decidió dar la cara ante los medios para compartir su felicidad y, sobretodo, por si su testimonio "puede ayudar a darle ese empujoncito a gente que tiene dudas sobre su identidad". "Estoy muy orgullosa. No pudieron, esta vez no pudieron, el amor le ganó al odio. El amor es más fuerte que el odio", concluyó muy emocionada la hija de Ortolani y Garnier. Por su parte, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, recordó que esta nueva restitución de identidad llega como una "bendición" cuando ya quedan pocas Abuelas en lucha. Asimismo, señaló que esta familia fue una de las primeras en denunciar un niño robado en la emblemática organización. "Cada restitución tiene su historia pero esta es especial porque nos hemos encontrado con una mujer íntegra que recupera toda una historia y su familia la buscó siempre", señaló la dirigente antes de proceder a la lectura de un comunicado con información sobre los progenitores de la nueva nieta y el proceso de búsqueda. "Estos encuentros nos llenan de esperanza y nos dan fuerza para redoblar la búsqueda", señaló De Carlotto, quien además reiteró la importancia de cualquier dato que pueda ayudar a esos niños robados "a vivir en la libertad que solo ofrece la verdad". El descubrimiento de la nieta 126 llega cuando la entidad pro derechos humanos acaba de cumplir 40 años de lucha para intentar devolver la identidad a los 500 niños que se estima fueron apropiados por el régimen militar. En lo que va de 2017 se ha logrado restituir la identidad a cinco niños robados.