ESPAÑA
Cataluña sigue votando en el referéndum ilegal marcado por altercados
La región española de Cataluña está votando hoy en un referéndum independentista ilegal con numerosas irregularidades, en medio de un amplio despliegue policial y con algunos altercados entre ciudadanos y agentes del orden, que han causado más de 300 heridos, once de ellos policías.
La consulta secesionista, convocada por el gobierno autónomo catalán a primeros de septiembre, fue suspendida inmediatamente por el Tribunal Constitucional español y diferentes juzgados han ordenado medidas para que las fuerzas de seguridad precinten los colegios y se incauten de urnas y papeletas de votación.
Esto llevó a las autoridades catalanas, a primera hora de hoy, a modificar las normas de votación que habían dictado anteriormente, de modo que un votante pudiera hacerlo en cualquier colegio por medio de un "censo único", con papeletas impresas por su cuenta y sin sobre.
Según las autoridades catalanas, el 73 % de las mesas electorales estaban "abiertas" a media mañana y "funcionando".
En medio de la pasividad de la Policía regional catalana (Mossos d'Esquadra), que no desalojó colegios ocupados previamente por ciudadanos ni cerró otros abiertos, agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil españolas empezaron a desplegarse a primera hora del día por numerosos centros designados para la votación.
En algunos casos la intervención policial generó momentos de tensión con los manifestantes independentistas; en el centro de Barcelona, los agentes cargaron contra personas que cortaban las calles y, en algún caso, lanzaron objetos contra los policías.
Al menos 337 personas resultaron "heridas o contusionadas" en diferentes altercados entre ciudadanos y fuerzas del orden ante centros de votación, según las autoridades catalanas.
El Ministerio español del Interior indicó que nueve policías y dos guardias civiles también resultaron heridos de carácter leve al intervenir para retirar urnas.
Los heridos y contusionados son de diversa consideración (alguno grave), uno de ellos por un pelotazo de goma en un ojo. Un hombre de unos 70 años fue hospitalizado en estado crítico en la ciudad catalana de Lérida al sufrir una parada cardiorrespiratoria cuando las fuerzas de seguridad se disponían a desalojar una escuela habilitada como centro de votación.
Otro escenario de tensión fue la localidad de Sant Julià de Ramis (provincia catalana de Gerona), donde tenía previsto votar el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, y en cuyo colegio se presentaron varias decenas de agentes para requisar las urnas.
Hubo forcejeos y empujones entre los agentes y un centenar de personas que querían impedir su entrada en el centro, pero sin que aquéllos cargaran. El líder catalán tuvo que acudir a otro colegio electoral.
En otro caso, en el centro de votación Ramón Llul de Barcelona los policías tuvieron que utilizar métodos de defensa al verse en una situación de "acorralamiento", según justificó el ministro español del Interior, Juan Ignacio Zoido.
"No ha habido referéndum ni apariencia de tal", proclamó hoy la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, quien criticó a los promotores de la consulta ilegal por conculcar los derechos de los ciudadanos con métodos "antidemocráticos".
Aseguró que el objetivo de las acciones de las fuerzas del orden en Cataluña es el material usado en el referéndum, no las personas, y elogió la "profesionalidad" de las fuerzas de seguridad.
Sáenz de Santamaría subrayó que el Ejecutivo, que preside el conservador Mariano Rajoy, defiende la legalidad, al tiempo que pidió a las autoridades regionales catalanas que pongan fin a esta "farsa" y cesen en su "irresponsabilidad".
Por el contrario, Puigdemont criticó lo que considera "uso injustificado, irracional e irresponsable de la violencia" por parte del Ejecutivo español y se mostró convencido de que esto no detendrá el deseo de votar pacíficamente.
Y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha llamado "cobarde" a Rajoy por "inundar de policía" la capital catalana.
Las fuerzas de seguridad, que ayer bloquearon el centro informático catalán - cuya misión sería facilitar el eventual recuento - anularon también hoy el nuevo sistema informático anunciado a primera hora de la mañana por el gobierno catalán.
Eso motivó que muchos colegios paralizaran la votación ante la imposibilidad de seguir y en otros lugares se tomaran a mano los datos de los que acudían a votar.
Todo esto hace difícil saber cuántas personas están participando en la consulta ilegal, mientras el Ministerio del Interior alertaba de que, con esa falta de garantías, una misma persona podría votar varias veces en diferentes sitios.
Por otra parte, el partido de la Liga española de fútbol entre el Barcelona y la Unión Deportiva Las Palmas se está disputando a puerta cerrada por decisión de la junta directiva del equipo catalán "ante la excepcionalidad" de lo que sucede hoy en Cataluña.