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Costa Rica llama al turismo tras golpe económico por erupción de volcán Poás

Atractivo. Gracias a su cráter principal de 1,320 metros de diámetro, su laguna de color variable, sus fumarolas y sus capas de ceniza, el volcán Poás atrae a miles de turistas. Se trata, de hecho, del área silvestre protegida más visitada de Costa Rica. Está ubicada en la norteña provincia de Alajuela.

María José BrenesPoás (Costa Rica)

Comunidades cercanas al volcán Poás de Costa Rica, que desde abril pasado han visto disminuida las visitas turísticas por las erupciones de gas, ceniza y rocas del coloso, buscan atraer a los turistas para reactivar su economía.

Los productores, hoteleros, restaurantes, promotores de aventura y turismo de bienestar se han visto perjudicados por el cierre del Parque Nacional Volcán Poás. El encargado del programa Tejiendo Desarrollo, Lisandro Barrantes, que busca impulsar la zona, indicó a Efe que muchos turistas tienen una falsa percepción de inseguridad, ya que en las comunidades no hay afectación por la actividad eruptiva. "Poás no es solamente un cráter, es una montaña viva con un montón de actividades que se pueden hacer, desde la gastronomía con ingredientes locales hasta hermosos paisajes, caminatas, cataratas, avistamiento de aves, cultura, trabajos en madera. Es una zona con mucho que ofrecer", explicó Barrantes. Datos de la Cámara de Turismo Volcán Poás indican que por año la zona del volcán y sus alrededores recibe más de 620.000 visitantes, sin embargo, desde la activación del coloso la visitación ha caído hasta en un 60 %. Las autoridades costarricenses han mantenido el Parque Nacional Volcán Poás cerrado debido a las erupciones freáticas y tipo estrombolianas, con eyección y caída de rocas muy calientes. El lanzamiento de este material es a distancias cortas alrededor del lago ácido del coloso, a entre 200 y 300 metros del sitio de erupción. El volcán era visitado anualmente por 400.000 turistas, quienes eran atraídos por su cercanía a San José, su laguna de agua turquesa y su gigantesco cráter, que se ubica a 350 metros de profundidad. Ellos luego aprovechaban para realizar otras actividades cercanas. "Después de Semana Santa se cayó por completo la visitación, el volcán continúa activo, sin ningún problema real hacia las personas. Tiene actividad de gases dentro del cráter principal, no así en la comunidad en donde no hay ceniza, no hay lanzamiento de piedras, ni tenemos problemas en cultivos", explicó el coordinador del tour Corso Lechería, Diego Jiménez. Un estudio elaborado por la Universidad Latina de Costa Rica reveló que durante los dos primeros meses que estuvo cerrado el parque los comerciantes tuvieron pérdidas promedio mensuales por 1,1 millones de colones (unos 1.900 dólares). La pérdida anual por ventas, empleos, insumos y financiación se calcula en unos 7.102 millones de colones (unos 12,4 millones de dólares). En la zona destacan recorridos y vivencias en fincas agroproductivas y hospedaje en posadas. Para los amantes del bienestar están los servicios de masajes, spa, clases de yoga todo en contacto con la naturaleza, así como una alimentación orgánica. A quienes les guste la aventura pueden disfrutar de rápel, caminatas en medio del bosque, pesca de trucha, canopy (tirolina), rafting, cabalgatas, así como miradores, jardín de colibríes, mariposas, monos, serpientes, ranarios y felinos, entre otros. Entre las atracciones se encuentran las cinco cataratas con caídas de hasta 37 metros, que forman el paso del río La Paz, que se pueden observar realizando una caminata por un sendero privado rodeado de frondosos árboles y gran vegetación. También puede ser visitada la cascada Río Agrio (caída de unos 50 metros), la cual incluye un trayecto más aventurero. Lleva ese nombre porque el río nace en las faldas del Volcán Poás, por lo cual el agua tiene un sabor ácido. Muy cerca se puede acceder a las Pozas Celestes que hacen honor a su nombre y en donde se puede nadar y pasar el día. El Instituto Costarricense Turismo (ICT) en conjunto con la municipalidad y los empresarios buscan diversificar la oferta, crear un nuevo concepto y darle una transformación a la zona para impulsar las actividades de tour de café y visita a fincas ganaderas, entre otras. "Hay muchas cosas para ver, la idea es transmitir a los turistas que esta zona, a pesar de que el parque esta cerrado, hay mucho para hacer, aquí hay una grande posibilidad de mostrar flora, fauna, esas hermosas plantaciones de agroproducción, la calidez y una cultura rural en su esencia más maravillosa", dijo a Efe la directora de desarrollo ICT, Ruth Alfaro. El turismo es uno de los principales motores de la economía costarricense, país que alberga a cerca del 5 % de la biodiversidad del planeta, lo que se constituye en uno de sus principales atractivos.

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