Crece la presión sobre Pekín para que libere al disidente Liu Xiaobo

China rechazó de nuevo este jueves las presiones internacionales para que deje salir del país al disidente Liu Xiaobo, mientras que el laureado con el Nobel de la Paz lucha contra un cáncer en fase terminal en un hospital.

Estados Unidos y Alemania pidieron el miércoles la liberación de Liu, después de que el centro en el que está siendo tratado anunciara que el opositor había padecido un "fallo respiratorio", lo que parecía aumentar la perspectiva de una muerte inminente.

Liu Xiaobo, de 61 años, emblemático activista chino prodemocracia, obtuvo la libertad condicional y fue hospitalizado por un cáncer de hígado tras haber estado ocho años detenido por "subversión", anunció a finales de junio el régimen comunista.

El disidente afirmó que deseaba ser hospitalizado en el extranjero.

En la rueda de prensa diaria, el portavoz de la diplomacia china pareció molesto por las preguntas de la prensa extranjera sobre las presiones internacionales a favor de Liu Xiaobo.

- Despliegue policial -

"Ya he contestado a esta pregunta en varias ocasiones. Puedo repetirlo una vez más: esperamos que los países implicados respeten la soberanía de la justicia china y se abstengan de cualquier injerencia en los asuntos internos de China con el pretexto de defender un caso individual", declaró Geng Shuang.

Por su parte, la familia del disidente no quiso que se le aplicara la respiración asistida, según informó el miércoles el Hospital Universitario nº1 de Shenyang (noreste de China), donde está ingresado.

El establecimiento indicó en los últimos días que el disidente estaba en estado "crítico", que sus funciones hepáticas seguían empeorando y que había sufrido un fallo multiorgánico.

Las autoridades no quisieron precisar en qué habitación se encontraba el activista pero al menos cinco policías custodiaban el jueves los accesos a la unidad de oncología del centro hospitalario, además de otros, que patrullaban tanto dentro como fuera del edificio.

Pekín asegura que el estado de Liu Xiaobo impide cualquier evacuación, al contrario de lo que afirmaron el domingo dos médicos occidentales (alemán y estadounidense) que visitaron al paciente.

En este sentido, grupos de defensa de derechos humanos acusan a las autoridades de dibujar un panorama alarmista en los informes médicos para justificar su negativa a dejar que el disidente viaje al extranjero.

- Aislados -

La página web del establecimiento sigue siendo la única fuente de información del estado de salud del activista chino, cuyo nombre es tabú en su país.

Su esposa, Liu Xia, está junto a él en el hospital, pero no puede ser contactada por los medios de comunicación, pues está en arresto domiciliario desde 2010.

"Nos preocupa que Liu y su familia no puedan comunicarse con el mundo exterior y que no tenga libertad para elegir su tratamiento médico", declaró el miércoles la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.

Por su parte, Alemania se ofreció de nuevo a "acoger y aportar cuidados médicos" al disidente.

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, también instó a Pekín a liberar Liu y también reiteró su propuesta para llevarle a la isla, que China considera una provincia suya.

Si falleciera en China, Liu se convertiría en el primer Premio Nobel de la Paz en morir privado de libertad desde el pacifista alemán Carl von Ossietzky, que murió en 1938 en un hospital cuando estaba detenido por los nazis.

Liu Xiaobo fue condenado en 2009 a 11 años de reclusión por "subversión" tras haber reclamado reformas democráticas. Es uno de los autores de un osado manifiesto, la Carta 08, que pedía elecciones libres. Fue laureado con el premio Nobel de la Paz en 2010.