PROTESTAS
Nuevos disturbios y detenciones en Hamburgo tras cerrarse la cumbre del G20
El barrio de Hamburgo de Schanzenviertel fue escenario ayer de nuevos disturbios, por tercera noche consecutiva, tras concentrarse en la zona miles de jóvenes al término de la cumbre del G20, objetivo de las protestas de grupos izquierdistas desde el pasado jueves.
La Policía informó de que se habían producido ya algunas detenciones en las inmediaciones de la casa ocupada por el colectivo antisistema "Rote Flora", el mismo escenario de los graves disturbios registrados estos días.
Los incidentes empezaron sobre las 21.00 GMT, tras producirse los primeros altercados entre grupos de jóvenes concentrados en el lugar y el continente policial que permanece en esa zona, con lanzamiento de botellas y otros objetos contra los agentes.
El mencionado barrio y la casa ocupada está a unos 300 metros del centro de congresos donde este sábado se cerró la cumbre de los líderes de las potencias industriales y países emergentes, presidida por Angela Merkel y con el presidente estadounidense Donald Trump y el ruso Vladímir Putin entre los asistentes.
La Policía conminó a los jóvenes que abarrotaban las calles, bares y otros locales a abandonar el lugar, para no entorpecer sus operaciones destinadas a dispersar a manifestantes identificados como violentos.
La medianoche del viernes se habían concentrado en esa misma zona 1.500 manifestantes violentos, que levantaron e incendiaron barricadas ardiendo y saquearon varios comercios, además de atacar a agentes con barras de hierro y otros objetos.
El balance de los disturbios, al cierre de la cumbre, era de 200 agentes heridos y 144 detenidos -y el mismo número de arrestados temporalmente-.
La policía registró este sábado locales de los antisistema en el Schanzenviertel por sospecharse que ahí se habían preparado los cocteles molotov posteriormente lanzados contra los agentes.
Los afectados por los disturbios no fueron solo los miembros de la Policía, sino todo el vecindario, ya que el barrio apareció ayer como un territorio devastado.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el alcalde gobernador de la ciudad, Olaf Scholz, condenaron los actos de violencia, al tiempo que anunciaron indemnizaciones para los ciudadanos afectados por los daños ocasionados, sea en sus comercios, hogares o automóviles.
Las imágenes de los disturbios eclipsaron la marcha pacífica contra el G20 que se desarrolló ayer por Hamburgo, con unos 70.000 manifestantes.