SEGÚN REVISTA TIME
El ciberataque en elecciones de EEUU fue más grave de lo pensado
El ciberataque a las bases de datos de las pasadas elecciones Estados Unidos fue más grave de lo que se informó inicialmente, ya que se consiguió alterar la información del voto y obtener datos confidenciales de miles de votantes, aseguró ayer la revista Time.
En uno de los casos, los investigadores descubrieron que una base de datos de votantes de un condado fue manipulada, aunque las alteraciones fueron descubiertas y corregidas, según revelaron a esa revista fuentes oficiales, que sin embargo no pudieron identificar si los "hackers" eran agentes rusos.
Además, apunta la publicación, el hecho de que se haya descubierto el robo de datos privados de miles de votantes en varios estados ha llevado a nuevas líneas de investigación de los intentos de Rusia de interferir en los pasados comicios.
En otro de los casos, supuestos agentes rusos robaron en el estado de Illinois cerca de 90.000 documentos que contenían desde números de licencias de conducir hasta las últimas cuatro cifras de sus números del seguro social, según el representante del Consejo Electoral Ken Menzel.
Investigadores del Congreso también intentan averiguar si esta información confidencial llegó a manos de miembros de la campaña electoral del actual presidente, Donald Trump, según la misma revista.
"Si alguna campaña, ya sea la de Trump u otra, utilizó datos inapropiados, las preguntas a plantearse son cómo los consiguieron, de quién y con qué nivel de conocimiento. Ese es el punto central de la investigación", dijo a Time el congresista demócrata Michael Bahar, del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes.
En la actualidad, dos comités, uno en la Cámara de Representantes y otra en el Senado, investigan la posible intrusión de Rusia en las elecciones, que habrían tenido el objetivo de minar la democracia estadounidense, dañar las posibilidades de la candidata demócrata Hillary Clinton o ayudar a Trump.
En los testimonios ante el Senado de este miércoles, funcionarios encargados de ciberseguridad admitieron por primera vez la extensión del ataque de Rusia, que afectó a 21 estados el año pasado, aunque dijeron que no alteró el resultado de los comicios.