A DISTANCIA
James Comey, querido y odiado
La abrupta decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de despedir al jefe del FBI, James Comey, luego de que dos de los asesores del mandatario, Rod Rosenstein, vicefiscal general, y Jeff Sessions, fiscal general, hiciesen la recomendación, ha causado un revuelo político de altos niveles, en parte por la poca discreción.
Trump expresó en la carta de despedida que “estoy de acuerdo con la conclusión del Departamento de Justicia de que usted no es capaz de liderar eficazmente el Buró” (Federal de Investigaciones - (FBI). Pero no solo eso, le envió la carta a su oficina vacía, en momentos en que Comey se encontraba cumpliendo otras responsabilidades, pero la dio a conocer a la prensa mucho antes de informárselo.
Se parece a uno de los guiones de “The Apprendice”, programa de TV protagonizado anteriormente por el mandatario, pero en la vida real.
Pero no siempre hubo tanto odio. Faltando apenas 11 días para el final de la campaña presidencial estadounidense en noviembre 2016, el entonces fiscal James Comey alertó al Congreso en una carta pública que reabría una investigación sobre el servidor privado de la candidata demócrata, Hillary Clinton. un fantasma que la persiguió durante todo el período de campaña.
Sin dudas, el golpe fue devastador para la demócrata, aparte de las supuestas acciones de los hackers rusos contra la señora Clinton. El resultado final es conocido: Trump ganó y Hillary perdió.
Luego de la victoria, Trump abrazó efusivamente a Comey, con quien bromeó, considerando que “incluso se había hecho más famoso que él (Trump)”.
En esta ocasión, hay mucha insistencia en que el motivo principal fue que el exjefe del FBI dio una información falsa bajo juramento, ante un comité del Senado, la semana pasada, relacionada directamente con el desliz del servidor por Hillary Clinton, pero quedará la duda de si el despido fue rápidamente forzado.
Una casualidad: Comey había pedido más dinero para la investigación por el FBI sobre la “relación” entre los rusos y asesores de campaña del magnate, antes de la victoria del candidato republicano.
Comey, conocido por su independencia de criterio y pese a ser republicano, fue seleccionado por el demócrata Barack Obama para el cargo.
Tanto demócratas como republicanos temen que la investigación sobre los rusos quede engavetada o sin conclusión creíble. Bueno... no sería nada nuevo.