CONGRESO

El muro con México en el centro de la batalla presupuestal en EEUU

El muro que el presidente estadounidense Donald Trump quiere construir en la frontera con México quedó este martes en el centro de las discusiones presupuestarias ya que la oposición demócrata se niega a darle los fondos.

El Congreso estadounidense debe imperativamente aprobar un presupuesto federal antes del viernes.

Caso no lo haga, un minuto después de la medianoche del viernes el gobierno federal estadounidense estará impedido legalmente de funcionar por no tener un presupuesto para financiar sus operaciones.

El año pasado, cuando Barack Obama aún era presidente, los legisladores acordaron postergar hasta este viernes el plazo límite para la aprobación del presupuesto, en lugar del 30 de septiembre, para permitir que el nuevo gobierno definiese e integrase sus prioridades.

Pero el gobierno de Trump, empeñado en cumplir una promesa de su campaña electoral, debe incluir en su proyecto de presupuesto la construcción del muro, una obra descomunal cuyo costo final podría superar los 15.000 millones de dólares.

En su primer proyecto, la Casa Blanca separó una partida de 1.400 millones de dólares para iniciar el proceso de construcción del muro.

Pero la oposición del partido Demócrata decidió que bloqueará la aprobación del presupuesto si se incluye la idea del muro.

Este bloque podría conducir al temido "shutdown", el cierre del gobierno federal por la falta de presupuesto.

Esto ocurrió en 2013, cuando centenas de miles de empleados públicos debieron quedarse en sus casas porque sus lugares de trabajo estaban cerrados. En esa oportunidad fue el partido Republicano (ahora en el poder) el que bloqueó la aprobación de un presupuesto federal.

Con el cronómetro ya en apremiante cuenta regresiva, el forcejeo en las oficinas del Congreso se tornó frenético.

- Presión del gobierno -

Los líderes del partido Demócrata en las dos cámaras del Congreso llegaron el lunes a saludar una supuesta decisión de Trump de retirar de la mesa de negociaciones la inclusión del muro en el presupuesto.

"Es bueno para el país que el presidente Trump haya retrocedido", dijo el senador Chuck Schumer, en una declaración apoyada por la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Sin embargo, el propio Trump reventó este martes esa burbuja, con un demoledor mensaje en Twitter: "No dejen que los medios que divulgan informaciones falsas digan que cambié de posición sobre el muro", escribió.

De hecho, los dos partidos habían conducido negociaciones relativamente calmas sobre el presupuesto, hasta que, en una expresión de Pelosi, Trump puso "un palo en la rueda".

Con la proximidad de sus primeros 100 días en el gobierno, Trump pasó a exigir de sus aliados en el Congreso la autorización de fondos para el muro de forma de poder mostrar la realización de una promesa de campaña.

Este martes, el canciller mexicano Luis Videgaray dijo que el muro no será parte de una negociación bilateral, advirtiendo que su país no contribuirá a pagarlo "bajo ningún escenario".

"Los mexicanos no debemos ser parte de esa discusión, no vamos a colaborar en forma alguna a la construcción de algo que nos agravia", declaró el ministro en una comparecencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados mexicana.

- "Comprenderán las prioridades" -

En el Senado, la aprobación del presupuesto requiere mayoría calificada, de forma que para obtener la luz verde el proyecto necesariamente precisará de algunos votos demócratas.

Ante la posibilidad de un fracaso de las negociaciones y la necesidad de cerrar el gobierno federal, la Casa Blanca optó por un discurso de optimismo.

"Estamos seguros que (los legisladores) comprenderán las prioridades del presidente y que será alcanzado un acuerdo antes de la medianoche del viernes", dijo el lunes el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer.

En tanto, hasta en las propias filas del partido republicano se alzan voces sobre los riesgos de bloquear un acuerdo y llegar a una situación de cierre del gobierno federal.

Cuando un partido controla el Poder Ejecutivo y las dos cámaras del Congreso, como ahora el partido republicano, se torna inviable responsabilizar a la oposición minoritaria por la disfunción federal.

"No podemos, absolutamente, jugar con la idea de una parálisis", alertó el senador republicano Dan Sullivan.

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