HURACÁN
Hermine deja un muerto en Florida y amenaza al sureste de EEUU
NO SE HAN REGISTRADO HASTA EL MOMENTO HERIDOS NI DAÑOS IMPORTANTES EN LAS INFRAESTRUCTURAS
Los residentes del norte del estado Florida (EEUU) respiraron ayer con cierto alivio al comprobar que el saldo del embate esta madrugada del huracán Hermine solo quedó en un muerto, inundaciones aisladas y amplios cortes de luz, aunque la ahora tormenta tropical amenaza al resto de estados del sureste del país.
En una breve sesión informativa, el gobernador de Florida, Rick Scott, señaló ayer que más allá de la muerte de un indigente en el condado de Marion, a consecuencia de la caída de un árbol, no se habían registrado hasta el momento más heridos ni daños importantes en las infraestructuras.
Scott, no obstante, alertó sobre el peligro que entrañan las inundaciones registradas, los escombros acumulados y la cantidad de árboles y tendido eléctrico caído en numerosas calles y carreteras, especialmente en la amplia franja de la costa del Golfo de Florida.
Por ello, pidió a la población de las localidades más afectadas que salgan lo menos posible a la calle, tomen las mayores precauciones, si salen de sus casas, y "no conduzcan si no es estrictamente necesario".
Añadió que "más de 235.000 usuarios se encuentran en estos momentos sin energía eléctrica en sus casas" y que las compañías de electricidad "trabajan a fondo para reparar los cortes de luz".
El condado de Osceola era esta mañana el que sufría los peores cortes de luz, con un 99 % de la población sin energía eléctrica, destacó Scott.
Y en el condado de Pasco, en la costa oeste, más de una docena de residentes fueron evacuados de sus viviendas en las zonas de cayo Green y Hudson Beach y trasladados a refugios abiertos.
Hermine tocó tierra esta madrugada como huracán de categoría 1 en la localidad de St. Marks (norte de Florida) con vientos máximos sostenidos de 80 millas por hora (130 km/h), y pronto se degradó a tormenta tropical, aunque continúa arrojando fuertes lluvias a su paso por el estado vecino de Georgia.
En este estado, se han producido también inundaciones aisladas y cerca de 20.000 personas se han visto sin electricidad debido a la caída de árboles sobre el tendido, así como casas y garajes.
En la histórica ciudad de Savanah se reportó que un tornado tocó tierra y dañó una docena de casas, aunque no se registraron heridos.
Mientras aparentemente en Florida y Georgia pasó lo peor, aguardan la llegada de Hermine los estados de Carolina del Sur y del Norte, Virginia, Maryland y Delaware, donde residen, en total, cerca de 23 millones de personas.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU. detalló en el boletín de las 11.00 hora local (15.00 GMT) de ayer que Hermine se encuentra a 130 millas (215 km/h) al oeste-suroeste de Charleston, en Carolina del Sur.
El NHC incluyó a Delaware en su alerta de tormenta tropical, mientras que el aviso de la posible llegada de Hermine llega ahora a Nueva York.
Hermine se desplaza en dirección noreste con una velocidad de traslación de 18 millas por hora (30 km/h) y, según un probable patrón de trayectoria, el centro de la tormenta se moverá en las próximas horas a través de la costa de Carolina del Sur y Carolina del Norte esta noche.
El fenómeno meteorológico presenta vientos máximos sostenidos de 50 millas por hora (85 km/hora) y se espera la "intensificación de la tormenta" una vez que el centro se mueva el sábado por la costa de Carolina del Norte.
Pero la mayor preocupación siguen siendo las inundaciones por acumulación de lluvia de hasta 10 pulgadas (25 centímetros) sobre el sureste de EE.UU., desde el noroeste de Florida hasta el sur y este de Georgia y Las Carolinas.
Hermine fue el primer huracán que toca tierra en la costa floridana desde Wilma, en 2005, un poderoso ciclón de categoría 3 que causó cinco muertos y dejó daños estimados en 23.000 millones de dólares en el estado.
Este ciclón se había convertido el miércoles pasado una intensa tormenta al sur del Golfo de México y la población de la costa oeste y norte de Florida escrutaban con ansiedad y preocupación el avance de la tormenta, así como la previsión de que derivaría en huracán antes de tocar tierra.
Pero, finalmente, el huracán causó menos daños de los previstos, después de que Scott declarara el jueves pasado el estado de emergencia en 56 condados hasta el sábado y la movilización de unos 6.000 miembros de la Guardia Nacional.
Especial atención dedicó ayer Scott a recordar a la población la importancia de la lucha contra el virus del zika, por lo que subrayó la urgencia de vaciar el agua acumulada en patios de viviendas o negocios: "Es increíblemente importante combatir el zika secando las partes inundadas en patios o negocios", aseveró.