VISOR GLOBAL
El intervencionismo francés
La intervención de Francia en la crisis de Centroáfrica denota una tendencia del país Galo, desde el 2011, de asumir responsabilidades que entiende posee como potencia mundial. El envío de tropas se justificaría por violaciones de derechos humanos y conflictos que atentan con la seguridad de sus antiguas colonias. Entre estos: Mali, Costa de Marfil, Libia y su respaldo a un posible ataque a Siria liderado por Estados Unidos. En este último, revirtiendo su tradición de independencia frente a la superpotencia (con la salida de la OTAN, en 1966, y rechazo a la Guerra de Irak, en 2003). En África, podría interpretarse que Francia retorna a la llamada Franciáfrica, estrecha relación con sus ex colonias luego de su independencia, considerada por sus detractores como neocolonial. La inclinación contrasta con el aislacionismo de Alemania y China, que a pesar su estatus evitan el envío de tropas a terceros estados. Aunque es muy criticado el intervencionismo, la historia no perdona la inacción en casos de genocidio, como en Ruanda. Sin embargo, aun sea justificado, los interventores son susceptibles de ser acusados de doble estándar de no hacerlo en otros casos similares; la llegada de tropas extranjeras generan animadversión entre locales; y, ante la complejidad de un conflicto armado, podrían a su vez violar derechos humanos. En fin, intervenir siempre no es factible; hacerlo nunca, inhumano; y hacerlo a veces, genera criticas sea por la elección, ejecución o legado. Juzgue usted.