RELACIONES BILATERALES
Apretón de manos Castro-Obama genera reacciones de esperanza e indiferencia
El apretón de manos que se dieron los presidentes Barack Obama y Raúl Castro el martes en Sudáfrica provocó diferentes reacciones en la isla, que van desde la esperanza de una mejora en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba hasta la indiferencia. "Eso es diplomacia, la gente ha formado mucho revuelo, ojalá mejoren las cosas y podamos salir de esta miseria", dijo a la AFP Joaquín, un vendedor de 32 años del agromercado Plaza del Cerro, en La Habana. El saludo de los mandatarios de países que mantienen un diferendo político de mas de medio siglo, sólo tiene precedentes en el breve encuentro entre los entonces presidentes Fidel Castro y Bill Clinton en Nueva York, en el 2000, durante la Cumbre del Milenio. El propio Raúl Castro pareció restarle importancia en declaraciones a la emisora colombiana RCN, cuyo audio fue reproducido en el sitio local cubano1erplano.com. "Normal. Somos personas civilizadas. Si leíste mi discurso, ¿lo viste?, obedece a eso", dijo Raúl Castro, de 83 años. En sus palabras en el homenaje al fallecido líder sudafricano Nelson Mandela, con Obama presente, Raúl Castro dijo que América Latina y el Caribe "avanzan hacia la unidad e integración, en beneficio de sus pueblos, respetuosos de su diversidad, con la convicción de que el diálogo y la cooperación son el camino para la solución de las diferencias y la convivencia civilizada de quienes piensan distinto". Washington también restó importancia al saludo entre mandatarios. El consejero adjunto de seguridad nacional, Been Rhodes dijo que "no fue un encuentro programado" y que Obama "no hizo otra cosa que intercambiar saludos" con los dirigentes presentes. La televisión cubana y sitios oficialistas como Cubadebate.cu publicaron el video y la foto del saludo, pero el diario oficial Granma, y Juventud Rebelde, también de circulación nacional, se abstuvieron de hacerlo. "El presidente Obama se comportó con la dignidad de ser el líder de una superpotencia democrática, acorde a las reglas protocolares. Eso no es mucho pero en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos no ha sido siempre" así, dijo a la AFP el académico Arturo López-Levy, de la Universidad de Denver, Colorado. Por su parte, el analista local Jorge Gómez Barata envió un comentario a la AFP señalando que "un saludo protocolar no es un armisticio ni un tratado de paz, aunque si un precedente, puede ser un comienzo y tal vez un punto de no retorno; sobre todo cuando se trata de Barack Obama y Raúl Castro, líderes de quienes depende la solución del único conflicto de la Guerra Fría vigente en su formato original". Medios anticastristas de fuera de la isla y disidentes internos han tratado de minimizar el asunto del estrechón manos de Obama y Castro. "Pienso que dicho saludo fue algo normal dentro de los límites del protocolo y de la buena educación", dijo a la AFP el opositor Elizardo Sánchez. Sin embargo, Gómez Barata sostiene que el hecho de que el saludo "haya tenido lugar durante el homenaje a un adalid de la reconciliación (Mandela), tiene un significado especial". López-Levy, por su parte, significó que "los funcionarios y negociadores en ambas orillas del Estrecho de la Florida pueden tomar nota y habituarse a la idea de que los gestos pueden ser más que simbólicos". En su discurso en Sudáfrica, Obama dijo que "hay demasiados líderes que claman ser solidarios con la lucha de Madiba por la libertad, pero que no toleran la disensión en sus propios pueblos", lo que algunos analistas interpretaron como un dardo directo hacia Castro. "La frase sobre tolerar el disenso en el discurso de Obama es coherente con el enfoque de la administración hacia Cuba pero me parece más dirigida a la región africana, particularmente Zimbabue", opinó López-Levy.