FRANCIA
Horror tras el hallazgo de bebés
Ocho velas encendidas se consumen en un altar improvisado delante de la casa de este pueblo del norte francés, cada una por cada recién nacido sofocado por su madre a sólo horas de haber dado a luz, una macabra historia que horroriza a los habitantes de la localidad. “Pienso en todos los niños del mundo”, señala el párroco Robert Meignotte, responsable de la parroquia de Villers-au-Tertre (norte), que, como todos los lugareños, aún “no entiende” lo que sucedió tras el hallazgo de los ocho cadáveres enterrados en el jardín de la propiedad. “Estoy muy emocionado. Cada domingo bautizo a cinco niños de los 17 pueblos de la parroquia. No se tiran así los niños a una bolsa de basura. No lo entiendo”, aseguró el religioso. La consternación e incredulidad del párroco la comparten gran parte de los 620 habitantes de este pueblo que describe a la presunta homicida, Dominique Cottrez, y a su marido, como gente “buena, discreta, sin historias”. “Estamos realmente conmocionados”, explicó Catherine.