DEBATE
Roma clarifica visión con respecto al aborto
Luanda.- El Vaticano no condena el aborto terapéutico siempre que la curación de la madre enferma suponga inevitablemente la muerte del hijo y el Papa no ha dicho en Luanda que haya que rechazarlo, afirmó ayer el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
“Benedicto XVI no ha dicho que haya que rechazar el aborto indirecto (terapéutico), sólo se ha expresado contra los programas de salud reproductiva que defienden el aborto como medio de control de la natalidad”, afirmó Lombardi, saliendo al paso de informaciones publicadas por algunos medios de prensa en ese sentido.
Lombardi agregó que la Iglesia prefiere hablar de aborto indirecto más que terapéutico y que cada caso es diferente y que lo que rechazan son aquellos “en los que se elimina directamente a un inocente”.
En la moral de la Iglesia se habla siempre de aborto indirecto en vez de terapéutico cuando se da el caso de una enfermedad grave de la madre que la pone en peligro de vida y la curación puede implicar la muerte del hijo”, manifestó Lombardi.
Respecto al caso de la niña brasileña de nueve años violada y la excomunión dictada por el obispo de Recife, José Cardoso Sobrinho, contra los médicos que le practicaron un aborto legal, Lombardi echó mano de las declaraciones del obispo Rino Fisichella en el diario vaticano “L’Osservatore Romano” en el que “lamentó” la decisión del prelado frente a una situación “extrema”.
En su discurso del viernes ante el presidente de Angola, José Eduardo Dos Santos, y el cuerpo diplomático, Benedicto XVI denunció que es una “ironía” el que se incluya el aborto como una acción de “salud materna”.
“Que desconcertante es la tesis de los que consideran que la supresión de la vida sería una cuestión de salud reproductiva”, precisó, a la vez que en el discurso se hacia referencia al artículo 11 del Protocolo de Maputo.
Lombardi dijo que el Protocolo de Maputo es un documento sobre los derechos de la mujer en África y que muchos puntos del mismo son “muy buenos” y compartidos por el Vaticano, entre ellos el rechazo de la mutilación genital de la mujer y la libertad de matrimonio.
El Vaticano no está de acuerdo, precisó Lombardi, en el artículo (el 14) en el que se habla de salud materna y reproductiva.