MÉXICO

La lucha contra la droga impulsa imagen Calderón

CIUDAD DE MEXICO.- Su país horroriza al mundo con los crímenes brutales del narcotráfico, su partido se desangra en las encuestas, caen el PIB, la moneda nacional y los ingresos del petróleo, su equipo de Gobierno le provoca frecuentes dolores de cabeza y el todopoderoso vecino del Norte ya le ha puesto a México el cartel de Estado fallido, pero, pese a todo esto y mucho más, cuando los encuestadores -un auténtico ejército en este país- preguntan a los ciudadanos por Felipe Calderón, la respuesta mayoritaria sigue siendo de apoyo y respeto. El presidente de México obtuvo en febrero un 66,4% de aprobación, cinco puntos más que hace un año, según la encuestadora Consulta Mitofsky.

Calderón, llegado al poder en julio de 2006 por una ajustadísima y polémica ventaja, está consiguiendo que su única carta, su único discurso, el de la guerra frontal al narcotráfico, sea suficiente conjuro para mantenerse de pie en medio del temporal.

Objetivamente, el panorama para Calderón no puede ser peor. Los dos grandes problemas a que se enfrenta su Gobierno -la grave situación de inseguridad y el aterrizaje en suelo nacional de la crisis económica mundial- están ahora mismo en su apogeo. En los primeros 51 días de 2009, se produjeron un millar de asesinatos, mientras que el año pasado hicieron falta 113 días para llegar a esa cifra.

En el terreno económico, lo que Calderón y su equipo pronosticaron como “un catarrito” va camino de convertirse en auténtica pulmonía.

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