MEDIDAS
Los cubanos celebran flexibilización de viajes, pero esperan más de Obama
LA HABANA.- Los cubanos celebraron la flexibilización de la restricción a los viajes a la isla, aprobada por el Congreso de Estados Unidos, pero dijeron esperar más del presidente Barack Obama.
"¿Qué me dice? ¡Magnífico!, es una medida que va a beneficiar muchísimo a la familia cubana. Es excelente, porque ahora podré ver a mi familia con más frecuencia", declaró Adriana Sánchez, una joven cubana que trabaja en un hotel de La Habana Vieja, a la AFP.
Adriana desconocía los detalles de la flexibilización, aprobada el martes y no mencionada este miércoles por los medios locales -bajo control estatal-, y se enteró por la prensa internacional.
La noticia empezaba a correr este miércoles de boca en boca, por llamadas de familiares desde Miami, o por el cable satelital que llega a varias casas cubanas de forma ilegal.
"Ojalá que todo eso sea cierto y que Obama siga cumpliendo sus promesas, porque lo prometido es deuda", añadió Sánchez.
Yariel Gómez, un joven que estudia secundario, consideró que "además de aliviar el bloqueo (embargo)", Obama "debía facilitar el comercio" e "incrementar los intercambios de todo tipo entre los dos países", para "comenzar a resolver un diferendo que dura más de 50 años".
Ricardo Martínez, un taxista de 60 años, cuya única hija vive en Miami, quiere "ver para creer": "Sólo lo haré cuando empiecen a llegar los cubanos al aeropuerto de La Habana".
"Sería bueno porque podría ver más a la niña, y también porque sería un primer paso para que Cuba y Estados Unidos comiencen a entenderse de una vez. Alguien tiene que dar el primer paso y ojalá sea Obama", añadió.
Durante su campaña electoral, Obama prometió levantar las restricciones a los viajes a Cuba y el envío de remesas -de unos 1.000 millones antes de las medidas de 2004-, pero no se desmarcó del embargo que Estados Unidos aplica desde hace 47 años.
"Fabuloso, buenísimo, es la mejor noticia que recibo en mucho tiempo. Limitar los encuentros familiares fue un acto salvaje que trajo mucho dolor", dijo Arcadia Vento, una vendedora de café de 82 años, que tiene a dos de sus hermanos en Estados Unidos.
Según la ley aprobada, los cubanos que viven en Estados Unidos -más de millón y medio incluidos los descendientes-, podrán ahora viajar a la isla una vez al año, en vez de cada tres, como fue establecido en 2004 por el ex presidente George W. Bush.
Asimismo, podrán hacerlo independientemente del grado de parentesco, es decir, además de padres, hijos o nietos, se podrá visitar a primos, sobrinos y tíos.
La medida alivia en cierta medida el bolsillo en un país donde el salario promedio es de 17 dólares, pues ahora los cubano-estadounidenses podrán gastar en Cuba 179 dólares diarios -antes eran sólo 50-.
"Que uno tenga mayor facilidad para recibir el dinerito que le mandan de vez en cuando, no está nada mal, porque la cosa aquí está bien apretada", comentó Vento, que recibe dólares de sus hermanos de Miami.
"Es una maravilla que no hubiera impedimento alguno para que pudieran venir, saber que uno puede ver a sus familiares y no tener que esperar tres años como si fuera un castigo", dijo por su parte un oficinista que tiene casi toda su familia en Miami y prefirió no revelar su identidad.