BAN KI-MOON
Haití necesita la generosidad internacional para salir adelante
PUERTO PRÍNCIPE.- Haití necesita de la generosidad internacional en forma de donaciones e inversión privada para evitar que el empobrecido país caribeño descienda de nuevo en la "oscuridad", aseguraron el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el ex presidente de EE.UU. Bill Clinton.
Los dos dignatarios concluyeron con este mensaje una visita de dos días a Haití, en la que ofrecieron sus respaldos a los esfuerzos del presidente René Préval para desarrollar la maltrecha economía del país y llamar la atención sobre la situación crítica por la que atraviesa.
"El presidente Préval tiene razón, Haití se encuentra en un punto de inflexión y puede descender de nuevo a la oscuridad. Pero con la ayuda de todos podemos lograr que regrese a la luz", aseguró Ban en una conferencia de prensa antes de abandonar el país.
Por ello, indicó que "la comunidad internacional debe seguir ayudando a este país para que se levante de nuevo".
Naciones Unidas considera de gran importancia la conferencia de donantes que se celebrará en Washington del 11 al 14 de abril, de la que depende la financiación de buena parte de los proyectos de cooperación que se llevan a cabo en Haití.
Ban aseguró que tratará de esta materia en la reunión que va a celebrar hoy mismo en la capital estadounidense con el presidente Barack Obama, nada más llegar de regreso del viaje a Haití.
Clinton también se comprometió a cooperar para lograr el éxito de la conferencia de donantes y adelantó que la colaboración con Haití será uno de los asuntos centrales de la reunión anual en septiembre de su fundación.
"Sigo desde hace treinta años la evolución de Haití y esta es la primera vez que veo que tiene la posibilidad de escapar de la miseria y la opresión", aseveró el ex mandatario.
La ONU y el Gobierno haitiano tienen centradas sus esperanzas de desarrollo en la promoción del olvidado sector agrícola y en la implantación de empresas textiles que aprovechen las ventajas arancelarias concedidas por EE.UU.
Ban y Clinton visitaron antes de emprender el vuelo de regreso el parque industrial de Sonapi, en las afueras de Puerto Príncipe, en el que hay instaladas algunas fábricas textiles.
"Esto es lo que necesitamos en este país, trabajos", dijo al secretario general de la ONU el dueño de una de las empresas, Coles Serge, señalando a los cientos de empleados que cosían camisetas de una conocida marca estadounidense.
Serge dijo a Efe que los 3.000 empleados de su fábrica cobran una media de cinco dólares la hora, lo que representa aproximadamente un sueldo tres veces superior al salario mínimo oficial.
Haití está entre los países más pobres del mundo y es considerado por el Banco Mundial (BM) como uno en los que hay una alta exposición a la pobreza, sin capacidad institucional para aumentar el gasto y poner en marcha programas que protejan a los más vulnerables.
En diciembre pasado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) indicó que Haití se mantiene rezagado con respecto al resto de los países de la zona, al registrar en 2008 un crecimiento en torno al 1,3 por ciento y tener una tasa de inflación cercana al 20 por ciento.
Durante su estancia en Haití, Ban y Clinton, además de visitar un par de centros escolares en los barrios de Cité Soleil y Turgeau, cercanos a Puerto Príncipe, se entrevistaron con el presidente Préval y con la primera ministra, Michèle Pierre-Louis.
Tras esa reunión, Ban insistió en la idea de que Haití tiene que "aprovechar la oportunidad" actual y hacer lo posible, con la ayuda de la comunidad internacional, por salir del estancamiento económico y caminar definitivamente hacia el desarrollo.
La ONU teme que la falta de oportunidades pueda llevar de nuevo a la desestabilización del país, en el que el organismo mantiene una misión de estabilización (MINUSTAH) desde 2004.
Prueba de la importancia que Naciones Unidas concede a este país caribeño es que mañana comenzará un viaje de cuatro días a Haití de los miembros del Consejo de Seguridad, encabezado por el embajador de Costa Rica ante el organismo multilateral, Jorge Urbina.