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El futuro de la formación de biólogos dominicanos: integración de los egresados de la Escuela de Biología de la UASD que trabajan en el extranjero

En ocasión de la conmemoración del natalicio del profesor Eugenio de Jesús Marcano y del Día Nacional del Biólogo, este 27 de septiembre, queremos compartir la labor que realizan y podrían realizar algunos de nuestros egresados de la Licenciatura en Biología de la UASD que viven y trabajan en el extranjero.

Compartimos una breve reseña de los logros de estos siete biólogos dominicanos que nos representan dignamente en la diáspora.Cortesía de los entrevistados

DAVID HERNÁNDEZ-MARTICHEspecial para Listín Diario
​Santo Domingo, RD

La formación universitaria de biólogos en la República Dominicana se inició en la UASD en 1967 con la apertura de los programas para formar técnicos y licenciados en biología, en la unidad que hoy se denomina Escuela de Biología.

A partir del 1970, el país ya contaba con los primeros egresados, quienes se integraron a formar más biólogos en esta Escuela.

Nuestro primer egresado fue el maestro Sixto Incháustegui, distinguido por el MESCYT en el 2022 con el galardón de Científico de la Nación, y altamente reconocido en el ámbito nacional e internacional por sus aportes como científico, educador universitario y de la comunidad, y conservacionista de nuestra biodiversidad.

DÍA NACIONAL DEL BIÓLOGO EN LA REPÚBLICA DOMINICANA

El decreto presidencial 215-08 del 2008 declara el 27 de septiembre de cada año como el Día Nacional del Biólogo en la República Dominicana. Esa fecha fue sugerida al Poder Ejecutivo por la entonces funcional Asociación Dominicana de Biólogos (ASODOBIO) para conmemorar la fecha de nacimiento del distinguido profesor Eugenio de Jesús Marcano Fondeur. 

Así que esta fecha no solo concita a los biólogos dominicanos a reflexionar sobre su quehacer profesional, sino también que invita a nuestro pueblo a recordar a un gigante de la Biología en la República Dominicana y el Caribe, y a valorar la contribución del biólogo al desarrollo de nuestra sociedad.

El profesor Marcano en “La cueva de Marcano”, su oficina, laboratorio, herbario y aula en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.Cortesía del autor

Es frecuente encontrarse con quienes consideran que, en un día dedicado a cualquier aspecto importante de nuestras vidas, como el Día del Ambiente, el Día de la Madre o el Día del Biólogo, es irrelevante o no amerita celebración porque todos los días debemos valorar el ambiente, las madres o los biólogos.

Muchos van más lejos planteando que debido a las circunstancias poco halagüeñas, es contraproducente sentirse feliz en días como esos.

Les concedo razón en parte, pero creo que para que se valoren esos bienes y personas los 365 días del año, a veces es preciso hacer una pausa un día de ellos para realizar actividades que recuerden la importancia de valorarlos siempre.

Por mi parte, trato de ser proactivo, y en lugar de darme un viaje al muro de lamentaciones, reflexiono haciendo un balance de lo positivo y lo negativo que me permita delinear una estrategia para usar lo positivo para realizar acciones sensatas de mejora.

EL PROFESOR EUGENIO DE JESÚS MARCANO FONDEUR

El profesor Marcano fue un autodidacta ávido del conocimiento, incansable explorador de la naturaleza dominicana, de la cual vivía continuamente enamorado; un amor que era innegociable para él. 

Esta pasión y valoración por nuestros recursos naturales la transmitió a sus discípulos, convirtiéndola en eterna a través de las generaciones de egresados de la escuela que contribuyó a fundar hace 57 años. El año pasado, el Poder Ejecutivo lo designó póstumamente como Naturalista Nacional de la República Dominicana.

Sus aportes al conocimiento de la geología, paleontología, los ecosistemas y la biodiversidad dominicana pueden ser apreciados en tres publicaciones que salieron en 2023 para conmemorar el centenario del nacimiento de nuestro ilustre naturalista. Una de las publicaciones es el libro Formaciones geológicas de la República Dominicana. Compilación de los estudios realizados por Eugenio de Js. Marcano Fondeur, el cual fue publicado por el Museo Nacional de Historia Natural “Prof. Eugenio de Jesús Marcano”, y editado por la maestra Celeste Mir, directora de este museo, y el doctor Eugenio de Js. Marcano Martínez, hijo del profesor.

Otro libro fue publicado por la Academia de Ciencias con el título Conferencias del Profesor Eugenio de Jesús Marcano Fondeur. Un legado de su dedicación a las ciencias naturales, editado por Eugenio de Js. Marcano Martínez. También se puso a circular el documental Eugenio de Jesús Marcano Fondeur, amor por la naturaleza, el cual está disponible en https://www.youtube.com/watch?v=dXJg2bzhQo8, y fue producido para la UASD por José Luis Bazán.

FORMACIÓN DE LOS BIÓLOGOS ADECUADOS AL MERCADO LABORAL DE NUESTROS TIEMPOS

Por más de medio siglo, los biólogos dominicanos han contribuido al desarrollo nacional, realizando funciones variadas en diversas posiciones. Algunos han sido ministros, viceministros, rectores de instituciones de educación superior, presidentes de la Academia de Ciencias, directores del Museo Nacional de Historia Natural, el Jardín Botánico Nacional, el Acuario Nacional, El Zoológico Dominicano, y otros estamentos públicos y privados.

Se han destacado como educadores en todos los niveles, investigadores, y productores de bienes y servicios en varios sectores como medio ambiente, salud, la agricultura, la ganadería, la acuacultura, la silvicultura y uso sostenible de los bosques, y la pesquería.

Algunos son emprendedores que han establecido sus propios negocios u ONGs que han ocupado nichos sociales clave en la República Dominicana.

El que los biólogos dominicanos continúen haciendo aportes positivos a la sociedad de estos tiempos dependerá de la calidad de la formación que demos a las generaciones del presente y el futuro.

En un artículo publicado en este mismo periódico, el 18 de abril de este año, compartimos que ya teníamos los principales componentes de un plan de estudio innovador para formar un biólogo más apto para insertarse en el mercado laboral de nuestros tiempos. Con esto logramos diseñar el mapa, pero necesitamos acciones para emprender el camino.

Para lograr una alta calidad educativa, es esencial tener recursos y contar con el liderazgo real en la gestión académica de las presentes y siguientes autoridades universitarias y gubernamentales, así como el apoyo del sector privado más beneficiados de los servicios prestados por los biólogos.

IMPORTANCIA DE LA VINCULACIÓN DE LOS EGRESADOS

El egresado de una academia puede contribuir grandemente comunicando a su Alma mater sobre las necesidades, capacidades y competencias requeridas en el mercado laboral, así como servir de canal captar recursos, y ofreciendo sus propios servicios.

Aunque la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) tiene una asociación de egresados, ésta no cuenta con una estructura ni una política formal para lograr la vinculación óptima de los egresados con sus respectivas escuelas. Es en estas unidades académicas que se ejecutan las políticas que influyen en la formación de los estudiantes, no solo a través de la docencia, pero también parcialmente a través de la investigación y extensión.

En las escuelas de la UASD hay un contacto obligatorio y continuo con los docentes y estudiantes, y es a través de ellas que debe canalizarse de manera formal el apoyo institucional que los egresados pueden brindar a la UASD y viceversa. En la Escuela de Biología hemos hecho esfuerzos por lograr esa vinculación de doble vía, pero no queremos caer en la actitud de “eso nosotros lo hacemos o siempre lo hemos hecho”.

Creemos que siempre se puede hacer más y mejor, y que la formalización y sistematización ordenada por una política institucional catapultarían nuestras iniciativas a nivel de la Escuela.

De igual manera, todo esto nos lleva a reflexionar que, en las actuales circunstancias, dos asociaciones de biólogos ayudarían a impulsar la vinculación de los egresados, y la innovación que hemos planificado para la formación de los nuevos biólogos. Proponemos reactivar la Asociación Dominicana de Biólogos, incluyendo también biólogos residentes en nuestro país que no son egresados de la UASD. Por otro lado, debemos crear la Asociación de Egresados de la Escuela de Biología.

En las escuelas de la UASD hay un contacto obligatorio y continuo con los docentes y estudiantes.istock

En ocasión de la conmemoración del natalicio del profesor Marcano y del Día Nacional del Biólogo, queremos compartir la labor que realizan y podrían realizar algunos de nuestros egresados de la Licenciatura en Biología de la UASD que viven y trabajan en el extranjero. 

Para estos fines, logramos entrevistar a siete de ellos, y compartimos con ustedes una breve reseña de los logros de estos biólogos dominicanos que nos representan dignamente en el extranjero y nos enorgullecen. 

En otra entrega, hablaremos sobre la formación de postgrado que egresados más jóvenes están recibiendo en universidades extranjeras de mucho prestigio.

EGRESADOS DE LA ESCUELA DE BIOLOGÍA QUE PERTENECEN A LA DIÁSPORA DOMINICANA

Carol Franco-Billini es docente e investigadora en la Universidad Tecnológica de Virginia desde 2014.

Carol Franco-Billini – Economía Ecológica y Políticas Ambientales.

Se graduó como Licenciada en Biología en el 2000, y tiene Maestría en Ciencias (2002) y PhD (2008) del Departamento Forestal de la Facultad de Ciencias Ambientales y Forestales de la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY) en Siracusa, Estados Unidos. Su maestría fue enfocada al manejo de recursos naturales, mientras que su PhD fue sobre economía ecológica y política ambiental.

Recuerda que “cuando fui a trabajar en el postgrado, quise agregar a mi formación como bióloga más conocimiento sobre el impacto generado por el ser humano al ambiente, aprendiendo sobre el rol del ser humano como parte del ecosistema”. 

Una vez obtuvo el PhD, trabajó hasta el 2009 como docente e investigadora en el Instituto Gund para Economía Ecológica y la Facultad de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Universidad de Vermont. Luego fue asistente técnico especial del Vicepresidente Ejecutivo del Consejo Nacional de Cambio Climático y Mecanismos de Desarrollo Limpio hasta el 2010, cuando pasó al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Santo Domingo como responsable de financiación del carbono. Trabajó para el Instituto de Soluciones Sostenibles en Portland, Oregón, USA (2011-2012).

Ha estado trabajando como docente e investigadora en la Universidad Tecnológica de Virginia desde 2014. Su trabajo actual se centra en estudios y acciones sobre seguridad alimentaria, servicios ecosistémicos, impactos del cambio climático, y políticas de adaptación y mitigación del cambio climático, siempre con un enfoque transdisciplinario. Es autora o coautora de numerosas publicaciones, incluyendo el libro Introducción a la Economía Ecológica publicado por la CRC Press en 2015, y de varios reportes sobre la gestión para la protección de la ballena jorobada en Samaná y la adaptación al cambio climático en la República Dominicana, entre otros.

Mantiene una fuerte vinculación con la República Dominicana como educadora, consultora e investigadora. Desea fortalecer aún más estos vínculos, especialmente con la UASD, con la cual solo ha tenido colaboraciones esporádicas a pesar de su apertura a contribuir con sus conocimientos y conexiones nacionales e internacionales.

“Aunque vivo en los Estados Unidos, la mayor parte de mi trabajo, aun algunos de Virginia Tech, es sobre la República Dominicana. Siento un fuerte compromiso por visibilizar mi país a través de mi trabajo. Tengo muchos deseos de cooperar con mi Alma mater y estoy deseosa de recibir propuestas para colaborar con ella”, nos dice. 

Ha impartido docencia en INTEC, IGLOBAL y PUCMM, colabora con los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente, es miembro de la Junta Directiva de la Fundación Plenitud, entre otras organizaciones del país.

Está registrada como Investigadora Titular de la Carrera Nacional de Investigación, Tecnología, Innovación, Ciencias Sociales y Humanidades. Participa como investigadora principal en un proyecto financiado por el MESCYT a través del Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDOCYT) para INTEC, con el cual monitorean la contaminación atmosférica en Santo Domingo y Santiago, y en otro como coinvestigadora para un análisis de los servicios ecosistémicos transfronterizos en la Hispaniola. 

Carol fue coinvestigadora en un proyecto que tenía como objetivo la determinación de la vulnerabilidad de riesgo por inundaciones en la zona de Las Terrenas; participó en un estudio similar en Ecuador con fondos del Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Global. En México, participó en un proyecto de Reducción de Emisiones por la Deforestación y Degradación Ambiental y Fomento de la Conservación y Manejo Sustentable de Bosques y Aumento de Reservas de Carbono (REDD+), financiado por la USAID.

Ha participado en otras investigaciones y consultorías financiadas por diversas organizaciones internacionales como la Agencia Francesa de Desarrollo, el Banco Mundial, GIZ, RTI, TNC, TetraTech y UMCOR. Resaltan sus aportes al proyecto Seibo Resiliente, la Iniciativa Energética del Caribe, y la implementación en el Caribe, tanto de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), como de la Contribución Nacionalmente Determinada (NDC) para establecer los compromisos climáticos de cada país hasta el 2030. 

Diseñó la Estrategia Nacional REDD+ para la República Dominicana. Ha sido autorizada por el Gobierno Dominicano en las negociaciones sobre cambio climático en nombre de la República Dominicana a partir de la Vigésima Sexta Reunión de las Partes (COP26). También contribuye con el fortalecimiento de capacidades del equipo participantes del Consejo Nacional de Cambio Climático.

La doctora Franco fue parte del equipo editor del grupo de trabajo del Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

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Daniel Pérez-Gelabert tiene más de 30 años realizando estudios sobre la diversidad de insectos, principalmente grillos, en la Hispaniola y otras islas caribeñas

Daniel E. Pérez-Gelabert – Entomología y Divulgación Científica.

Es egresado de la Escuela de Biología-UASD en 1989. Poco después partió a Estados Unidos, donde obtuvo una Maestría en Ciencias (1991) del Departamento de Biología de la Universidad de Rochester, New York, y un PhD (1994) en Biología del Departamento de Ecología y Evolución en la Universidad de Chicago, Illinois. Permaneció trabajando en ese país, pero se ha mantenido colaborando con mucho entusiasmo con instituciones y científicos dominicanos, y sirviendo de inspiración a estudiantes y científicos noveles de nuestro país.

Entre 1995 y 1998 hizo investigaciones en el Laboratorio de Diversidad Genómica del Instituto Nacional de Cáncer en Frederick, Maryland, donde estudió varios aspectos de la historia natural del retrovirus endógeno RD-114 de los gatos domésticos. Pasó a trabajar en el Departamento de Entomología del Museo Nacional de Historia Natural del Sistema de Instituciones Smithsonianas en Washington, D.C., y unos años después se unió al Sistema Integrado de Información Taxonómica (ITIS, por sus siglas en inglés) del mismo sistema smithsoniano.

Tiene más de 30 años realizando estudios sobre la diversidad de insectos, principalmente grillos, en la Hispaniola y otras islas caribeñas, usando como base el Museo Nacional de Historia Natural en Washington. Esos estudios le han permitido hacer más de 100 publicaciones, la descripción taxonómica de unas 605 especies nuevas para la ciencia, y los primeros reportes para nuestra isla de otras 218 especies.

Un aporte particularmente importante es el Checklist de los Artrópodos de la Hispaniola en Zootaxa (2008 y 2020), el cual condensa los conocimientos sobre la fauna de artrópodos de la Hispaniola. Es el primer inventario sobre el conocimiento existente de esta fauna y es un referente obligado para quien desee iniciar cualquier estudio nuevo sobre este grupo de animales.

El doctor Pérez-Gelabert afirma orgulloso que “desde mis inicios he mantenido relaciones de colaboración científica muy productivas con varias instituciones dominicanas, tales como la Escuela de Biología y el Instituto de Investigaciones Botánicas y Zoológicas (IIBZ) de la UASD, el Museo de Historia Natural de Santo Domingo, y el Departamento de Vida Silvestre del Ministerio de Medio Ambiente”. 

Como cooperación de un proyecto de inventario de ortopteroides que realizó entre el 2001 y el 2004 en la isla, el Museo de Historia Natural fue beneficiado con mobiliario, equipos y materiales utilizados para la preservación y organización de especímenes. Además, es miembro del comité editorial de la revista científica Novitates Caribaea del mismo museo.

Siempre ha estado abierto a cooperar con cualquier estudiante que necesite de su ayuda. Ha sido asesor de varias tesis de la Licenciatura en Biología, incluyendo una que fue recientemente presentada. Mantiene una productiva comunicación y colaboración con varios investigadores del IIBZ, con quienes ha realizado varias publicaciones científicas.

El financiamiento de los trabajos de cooperación que ha realizado con nuestras instituciones ha provenido por completo de varios aportes de organizaciones de los Estados Unidos como la Fundación Nacional para la Ciencia (NSF, por sus siglas en inglés). No ha tenido la oportunidad de participar en proyectos de investigación financiados por FONDOCYT. Desea poder seguir aportando con más estudios de insectos en el campo en los que se integren estudiantes y científicos dominicanos.

Para amasar tanta información científica, ha tenido que realizar más de 30 expediciones entomológicas a la Republica Dominicana y Haití desde 1991. Entre otros lugares que ha explorado desde el 2000 al 2013 están Cuba, Isla Guana, Jamaica, Puerto Rico, Tobago y Suiza. En este último país, colaboró con el doctor Hugh Rowell de la Universidad Basel, y en la Habana, hizo una revisión de colecciones entomológicas.

Además de ser internacionalmente reconocido por sus aportes científicos, el doctor Pérez-Gelabert cumple con su cuota de divulgación del conocimiento científico a través de “Insectos Caribeños” (https://www.facebook.com/groups/1461724150742197/), un grupo de Facebook que creó y administra desde hace años. Esta iniciativa promueve la valoración, a través del conocimiento, de los insectos de las islas del Caribe entre el público general, estudiantes y aficionados en todo el mundo.

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Lucy Martínez fue autora resaltada en The Journal of Farmacology and Experimental Therapeutics en la publicación de octubre de 2021.

Lucy J. Martínez-Guerrero – Fisiología Animal

Es Licenciada en Biología desde el 2008. Viajó a los Estados Unidos como becaria Fullbright, donde completó una Maestría en Ciencias (2011) y un PhD (2015) en Ciencias Fisiológicas en el Departamento de Ciencias Interdisciplinarias de la Universidad de Arizona en Tucson. En 2015, se integró a la Escuela de Biologia de la UASD para impartir docencia de Biofísica, Histología y Biología Básica. Retornó a la Universidad de Arizona en 2019 como investigadora de fisiología de membranas.

En la actualidad, es investigadora del Departamento de Farmacología y Toxicología de la misma universidad. Ha recibido varios reconocimientos y premios; los más recientes son el ser autora resaltada en The Journal of Farmacology and Experimental Therapeutics en la publicación de octubre de 2021, y es recipiente del “Premio del Mecanismos SS en Toxicología Renal” de la Sociedad de Toxicología de Estados Unidos de 2023.

Ella nos cuenta que su área de investigación “siempre ha estado relacionada con proteínas transportadoras de membranas, mi tema favorito en la clase de fisiología que tomé mientras estaba en la licenciatura de la UASD”.

Nos explica que estas proteínas se encuentran en barreras epiteliales, regulando la excreción de sustancias tanto endógenas como toxinas y medicamentos, y son de suma importancia en el mercado farmacéutico ya que, antes de poner un fármaco a la venta, debemos garantizar de que es seguro para los pacientes. Para lograrlo, es preciso identificar su ruta de excreción al igual que sus posibles efectos tóxicos e interacciones con otros fármacos. Cualquier alteración en la excreción de estas sustancias puede causar efectos tóxicos en distintos órganos. La investigación de la doctora Martínez-Guerrero se ha enfocado en proteínas expresadas principalmente en el riñón y el hígado, los principales órganos que desintoxican el cuerpo. Ella se ha propuesto caracterizar las interacciones y los parámetros cinéticos de estas proteínas para hacer predicciones sobre qué compuestos (farmacéuticos o contaminantes medioambientales) pueden tener efectos negativos para el humano.

Ha mantenido un vínculo con nuestro país a través de intercambio de ideas con colegas y asesorando tesis en la UASD. Está registrada como Investigadora Adscrita de la Carrera Nacional de Investigadores en Ciencia, Tecnología, Innovación, Ciencias Sociales y Humanidades. 

Lucy tiene planes de regresar con nosotros para establecer una línea de investigación en su tema de interés, enfocándose en la realidad de la población humana del país. Entiende que para lograr esto de manera eficiente, debe contar con proyectos que cuenten con un sólido financiamiento. Lamenta no haber tenido la oportunidad de postular propuestas de investigación para ser financiadas por FONDOCYT, y espera poder hacerlo cuando regrese.

Agrega que “el tipo de investigación que realizo es muy específica y sería difícil establecer líneas de investigación sin equipos ni la adecuada infraestructura (suministro de energía eléctrica continua y segura, manejo de materiales radioactivos, contenedores de almacenamiento en nitrógeno líquido, etcétera)”. 

También explicó que es imprescindible contar con acceso a publicaciones científicas especializadas y actualizadas. Entiende que debemos luchar por avanzar en estas deficiencias para ser competitivos y poder traer de vuelta a casa a los talentos que salen a formarse fuera del país.

Considera que, tomando en cuenta que la tecnología nos permite hoy en día la educación virtual, sería posible aprovechar los conocimientos de la diáspora científica aun en la distancia, sea con clases especializadas o con asesoría de tesis.

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Alexis Hilario desea poder desarrollar investigaciones sobre ácaros e insectos.

Alexis D. Hilario-Pérez – Entomología y Acarología.

Graduado como Licenciado en Biología de la UASD en 2011. En el Departamento de Entomología y Patología de Plantas, División de Agricultura, de la Universidad de Arkansas completó una maestría (2016) y un PhD (2021) en entomología. Se ha especializado en Acarología. Regresó al país en 2021, y estuvo impartiendo docencia hasta el 2023 en la UASD, INTEC y UFHEC. En esta última universidad se desempeñó también como director de investigación.

Está registrado como Investigador Adjunto de la Carrera Nacional de Investigadores en Ciencia, Tecnología, Innovación, Ciencias Sociales y Humanidades. Colaboró con el MESCYT en los procesos de evaluación de propuestas de investigación para ser financiadas por FONDOCYT, y del congreso estudiantil (CEICYT). Por razones familiares, tuvo que regresar temporalmente a los Estados Unidos, donde ha aplicado en varias universidades de los Estados Unidos para realizar investigaciones en ecología y genómica de insectos.

Desea poder desarrollar investigaciones sobre ácaros (acuáticos y del suelo) e insectos, con financiamiento de FONDOCyT y en colaboración con colegas de la Republica Dominicana. De igual manera, le gustaría poder impartir docencia de postgrado y asesorar tesis en la modalidad virtual mientras permanece en Estados Unidos.

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María Quírico impartió una conferencia sobre aspectos que contribuyen con el buen establecimiento y manejo de los jardines de Florida que podrían implementarse en RD

María E. Quírico-Bautista – Horticultura y Extensión Agrícola.

Es Licenciada en Biología desde el 2004, y como becaria Fullbright, hizo una Maestría en Ciencias (2010) del Departamento de Horticultura de la Universidad de Arkansas en Estados Unidos. Allí se enfocó en un estudio del metabolismo de la batata. Ella resume sus intereses profesionales diciendo: “Desde mis inicios como profesional, me he enfocado en la investigación y la educación, así como en la creación de materiales educativos. También siento un profundo compromiso con la protección ambiental”.

Su interés inicial en la investigación fue en el área de la micología (estudio de hongos) y realizó un inventario de los hongos basidiomicetos en la reserva científica Ébano Verde. Durante diez años, fue docente en la Escuela de Biología y el Colegio Babeque Secundaria. Escribió libros de Biología para educación básica y bachillerato en la editorial Santillana. También trabajó como técnico biólogo durante cinco años en la Secretaría de Medio Ambiente, enfocándose en la protección de los recursos costeros y marinos.

Trabajó en los departamentos de Agricultura y Biología de la Universidad de Purdue en Indiana, en los Departamentos de Agricultura y Biología, y en el Centro de Investigación y Educación de Cítricos de la Universidad de la Florida, donde colaboró en el desarrollo de nuevas variedades de cítricos. Fue extensionista para el Programa de Horticultura Ambiental de esa universidad en el condado de Monroe, en los Cayos de la Florida. Ahora pasará a trabajar como agente de horticultura residencial en el condado de Lake, Florida.

María Quírico impartió recientemente en la UASD una conferencia sobre aspectos que contribuyen con el buen establecimiento y manejo de los jardines de Florida que podrían implementarse en la República Dominicana. Sueña con tener un vínculo más fuerte con la Escuela de Biologia de la UASD a través de una colaboraciónón continua para crear e impartir una maestría en horticultura ambiental, así como en la creación de materiales educativos.

No ha tenido la oportunidad de aplicar para fondos de FONDOCYT, pero desea participar en proyectos de investigación interinstitucionales y asesorar a estudiantes con sus tesis. También considera la posibilidad de impartir docencia virtual. Desea ser un puente con los investigadores de la Universidad de la Florida para facilitar la creación y ejecución de proyectos de investigación y programas educativos, así como la introducción de nuevas variedades de cítricos en el país.

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Flor de Betania Méndez siente una gran pasión por el diseño de estrategias para mitigar desastres y emergencias.

Flor de Betania Méndez-Meskus (Tachi) – Mitigación de Desastres e Industria Farmacéutica.

Se graduó en 1987 como Licenciada en Biología. Emigró a Toronto, Canadá en 1991. Allí realizó estudios de Química Aplicada y Educación para Adultos en la Universidad de Sheridan, y obtuvo el grado de Maestría en Manejo de Desastres y Emergencias en la Universidad de York. “Siento una gran pasión por el diseño de estrategias para mitigar desastres y emergencias”, comenta Tachi.

Ha trabajado en los últimos 24 años en Apotex, la farmacéutica más grande de Canadá, la cual incluye la división Apobiologix, una pionera en la investigación y el desarrollo de medicamentos biosimilares. Estos son similares en eficacia y seguridad, pero no idénticos, a medicamentos producidos a partir de fuentes naturales vivas, los cuales son denominados medicamentos biológicos. Esta compañía reconoció su trabajo de excelencia en el 2016, y en ella ha realizado funciones en varias áreas como desarrollo bioclínico, y pruebas clínicas. 

En los últimos doce años se ha enfocado en el desarrollo de competencias del personal, siendo actualmente líder de un proyecto para digitalizar los materiales de entrenamiento. 

Como parte de un equipo de investigación, participó en un estudio basado en la simulación de una pandemia en Brampton, Ontario, cuyos resultados fueron publicados en 2015. Esta publicación terminó siendo una referencia muy útil para otras publicaciones y estrategias de salud pública durante la pandemia del COVID 19.

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Lucrecia Rodríguez ha trabajado en los últimos 28 años para el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.

Lucrecia H. Rodríguez – Entomología y Curadoría de Colecciones en Museos de Especímenes Biológicos.

Se recibió como Licenciada en Biología en 1988. Ha formado parte de varios equipos de investigación en campos muy diversos de la Biología. Ella recuerda que, cuando llegó a los Estados Unidos, trabajó como voluntaria en el Departamento de Ictiología (estudio de peces) del Museo Americano en New York. En este museo, pasó a ser asistente de investigación en el Departamento de Herpetología (estudio de reptiles y anfibios), midiendo, preparando, clarificando y coloreando especímenes para investigación.

Más tarde se mudó para trabajar en el Departamento de Anfibios y Reptiles del Museo de Campo de Chicago. En este mismo museo, pasó a trabajar en el Departamento de Entomología (estudio de insectos), particularmente con insectos de Australia. 

En los últimos 28 años ha trabajado para el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. En este organismo federal fue especialista de museo para investigaciones y servicios taxonómicos en el área de entomología del Museo Nacional de Historia Natural en Washington D.C. Ahora se encuentra en el Laboratorio de Sistemática Entomológica del mismo Departamento de Agricultura en Beltsville, MD.

Piensa retirarse en dos años y le gustaría compartir su experiencia y conocimiento sobre el manejo de colecciones de museos tanto con la UASD como con cualquier otra institución del país que le contacte. Le gustaría ayudar a biólogos dominicanos en su desarrollo profesional.

“Si hay un investigador o un estudiante interesado en proyectos de colaboración con entomólogos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos o del Museo Nacional de Historia Natural de las Instituciones Smithsonianas, yo le facilitaría el contacto con mis superiores para que puedan venir a Washington, D.C. Puedo hospedarle unas semanas en mi casa mientras realizan sus investigaciones, darle entrenamiento en el uso de varios equipos fotográficos para ilustraciones científicas y otras técnicas que he usado en los museos.”

CONCLUSIÓN

Con esta reseña hemos querido exaltar los aportes al país que han realizado los biólogos egresados de la Escuela de Biología que son parte de la diáspora dominicana, así como los potenciales aportes que podríamos recibir de ellos si tuviéramos una política definida para la vinculación con nuestros egresados. También hemos querido tomarlos como ejemplo para reconocer el valor del biólogo dominicano en su día.

Espero que se tomen en cuenta los deseos de colaborar que tienen estos egresados tanto con la UASD como con otras instituciones públicas y privadas de país. Finalmente, estoy seguro de que la canalización sistematizada de sus aportes y los de otros egresados de la UASD redundará en beneficio de su Alma mater y otras instituciones y, como consecuencia, el retorno de la inversión hecha por el Estado Dominicano para formarlos sería una contribución notoria en el desarrollo del país.

DEL AUTOR

David Hernández-Martich es biólogo. Fue director de la Escuela de Biología de la UASD en el período 2018-2022. Es coordinador del Doctorado en Ambiente y Sostenibilidad y coordinador de la Cátedra de Genética y Biología Molecular y Celular de la Escuela de Biología de esta universidad. 
Tiene un PhD en Genética y Ecología de Poblaciones de la Universidad de Georgia (USA), una maestría en Gestión Universitaria de la Universidad de Alcalá y una especialidad en Planificación y Desarrollo Curricular en el Enfoque en Competencias de la Universidad de Barcelona.