VIDA VERDE
Rufina, Martina y el arte de tallar el higüero
Las hermanas González Ramos forman parte de una familia que se ha entregado en cuerpo y alma a proyectar un tipo de artesanía creativa, utilitaria y decorativa usando el fruto del higüero
Dame la jigüera pa’ beber…
El higüero es uno de los vegetales o frutos más noble que existe en América, antes y después de la conquista. Lo utilizaron los pueblos originarios como implemento de cocina.
Aunque la pulpa de ese fruto ha sido empleada en medicina alternativa, lo que más se ha aprovechado es su parte exterior, la cáscara o jícara, como vasija para beber, comer, limpiar el arroz y para transportar agua, principalmente en las zonas rurales del país, lo que ha mermado un poco con el uso de vasijas de aluminio, hojalata y en la actualidad con el plástico.
En Las Aromas
Llegamos en la mañana a esta comunidad para conocer el trabajo que realiza una familia que se ha entregado en cuerpo y alma a proyectar un tipo de artesanía creativa, utilitaria y decorativa, siendo la única inversión la siembra de la Crescentia cujete o higüero, además del optimismo que poseen estos portadores para que esta tradición no se extinga.
Las hermanas Rufina y Martina González Ramos sienten pasión por su trabajo, una labor que se visualiza en el patio lateral con plantas de este fruto y del árbol “Juan Primero”, materias primas para esta artesanía creativa, y el suelo cubierto de los que han tumbado para luego hacer el proceso de la recolección y selección de los diferentes tamaños y formas, dependiendo el uso que se les dará.
Esta recolección la realiza el equipo familiar conformado por Rufina, ocho de sus hijos, su esposo y su hermana Martina, esposo e hija Marianely, el cual está inmerso seriamente en echar para adelante esta tradición desde sus ancestros. Este equipo se ocupa de sacarles la pulpa, cortarlos (dependiendo qué utensilio se hará), secarlos, tallarlos y calarlos con diferentes diseños, dependiendo de la creatividad del artesano.
Estas artesanas cuentan que tienen una clientela bastante buena que les encargan estos higüero trabajados con la técnica del esgrafiado para tiendas de regalos y negocios de bebidas.
Los dominicanos que viven en el exterior, cuando asisten a ferias artesanales se emocionan cuando observan estos utensilios que usaban sus ancestros en su faena diaria y los compran para utilizarlos en sus hogares como objetos decorativos.
Un nombre según el uso
Depende la utilidad es su nombre, por ejemplo, si es para beber: “morro”; para comer y limpiar arroz: “higüera” o “jigüera”; para acarrear agua: “calabazo”. Están además las cucharas para mover y servir habichuelas guisadas y arroz, agitar la leche cuando hierve y botellas para bebidas alcohólicas, entre otras.
Cuando el fruto está lleno se le extrae la pulpa, se seca y luego se le hace un orificio en la parte de arriba y de esta forma sirve como recipiente para diferentes bebidas y cada país le asigna un nombre, como “totuma”, “guacal, “guaje”, “bule” “tapara”, mate, etcétera.
Esta familia confecciona maracas, elaboradas con el mismo proceso, agregándoles unas semillitas llamadas capacho, que es lo que le da el sonido a este instrumento idiófono y luego se les introduce un palito, que es el mango o agarradera tomado de un árbol llamado Juan Primero, que según Rufina es más resistente, liso y blanco.