ENCUENTRO VERDE con luis m. díaz
Situación de los anfibios en el Caribe: “Ha empeorado mucho, y no es un problema de pasión o de romanticismo”
El herpetólogo cubano Luis M. Díaz, curador del Museo Nacional de Historia Natural de Cuba, habla de la importancia de la educación para cambiar la actitud de la ciudadanía hacia el grupo de vertebrados con mayor endemismo tanto en Cuba como en La Española.
¿Es la herpetología la rama de la zoología menos valorada? ¿Por qué, si se conocen sus beneficios ecológicos y aportes a la medicina, los anfibios figuran entre las especies menos carismáticas? ¿A qué se debe su mala fama y el poco interés en su estudio por parte de los estudiantes de Biología con relación a otras especies? ¿Qué hacen los científicos para cambiar esta percepción?
La ráfaga de preguntas va dirigida al biólogo Luis M. Díaz, herpetólogo del Museo Nacional de Historia Natural de Cuba, investigador, divulgador científico y autor de más de 80 artículos sobre el tema.
Díaz, quien ha colaborado en investigaciones y publicaciones sobre los anfibios en República Dominicana, responde estas inquietudes a propósito de la más reciente publicación sobre el tema: The Conservation and Biogeography of Amphibians in the Caribbean (Pelagic, 2023). El investigador cubano y nuestro biólogo Sixto J. Incháustegui fueron los autores de los capítulos cubano y dominicano, respectivamente.
LOS VERTEBRADOS MÁS ANTIGUOS
Los anfibios son el grupo de vertebrados con mayor endemismo tanto en Cuba como en La Española. Aquí en la isla, 71 de las 74 especies reportadas son endémicas, para un endemismo del 96%. En Cuba, el endemismo ronda el 95%, explica Díaz.
El especialista en reptiles y anfibios considera que para entender la conservación es básico tener una visión regional, unificar esfuerzos y conocimientos “porque puedes conocer la realidad de tu isla y estar completamente desconectado de la isla de al lado”.
Con República Dominicana, esta sinergia comenzó hace 19 años. El científico había visitado por primera vez el país en 2004 para participar en el diagnóstico caribeño del primer Global Amphibian Assessment (GAA1), que procuraba evaluar la situación de los anfibios en el mundo.
Más tarde, se unió a Incháustegui en el Proyecto Rana-RD (Anfibios en peligro y cambio climático en la República Dominicana - Fondocyt, 2008), iniciativa implementada a partir de 2010 por el Grupo Jaragua y el Museo Nacional de Historia Natural Prof. Eugenio de Jesús Marcano con la participación de la Sociedad Cubana de Zoología y estudiantes de Biología.
Díaz recuerda que exploraron el país completo y que como parte del proyecto se describieron tres especies nuevas de ranas: Eleutherodactylus ligiae, Eleutherodactylus neiba y Eleutherodactylus geitonos sp.
Rememorando estas experiencias, Díaz, coautor del libro Guía taxonómica de los anfibios de Cuba, compartió sus impresiones sobre la situación de estos vertebrados en el Encuentro Verde de Listín Diario.
P. ¿Qué dejó el Global Amphibian Assessment (Evaluación global de anfibios)?
R. Vinieron representantes de todas las islas. Ahora terminó el segundo (2022) y el balance general se acaba de publicar en la revista Nature. Ahí estuvimos como coautores dos cubanos, Sixto J. Incháustegui y otros colegas caribeños junto a muchas personas del mundo entero. Es una publicación que en estos momentos tiene gran impacto internacional porque la situación de los anfibios, desde el primer GAA1, es completamente diferente y no para mejor. La situación de los anfibios ha empeorado mucho, pero también hay muchas paradojas porque estamos hablando de pérdida real o potencial de biodiversidad, de la cual los anfibios son parte, pero también estamos hablando de que no cesan los descubrimientos. Todavía no lo sabemos todo, no conocemos todas las especies que puedan existir; a eso súmale que de las que ya conocemos, prácticamente no sabemos nada.
¿Por falta de estudios, o de financiamiento para los estudios?
Depende de muchos factores. Nosotros podemos avanzar hasta un nivel, pero hay demasiado campo. Cada especie es un libro por llenar de información, de su ecología, de su conducta, y eso puede ser muy difícil porque no todas las especies son fáciles de encontrar, no todas están en la superficie del suelo el año entero; hay especies que son reproductoras explosivas, que solamente salen al exterior cuando existen condiciones meteorológicas muy favorables, que pueden haber estado enterradas meses sin que nadie las vea. Es decir, cada grupo de organismos tiene sus propias características y unos son más fáciles de estudiar que otros. Por ejemplo, cuando vas a estudiar las aves, estas son más visibles, activas.
Nunca encontrarás a todas las especies viviendo juntas en el mismo lugar. Las comunidades cambian. Aquí tienen temperaturas que no son tropicales. Si vas a la Cordillera Central te encuentras ranas vocalizando con seis o nueve grados Celsius. Eso no pasa ni en Norteamérica, donde cogen temperaturas más altas para reproducirse.
Las especies nuevas no siempre aparecen en los sitios menos explorados. Puedes haber pasado por un sitio montones de veces y ahí están. Y si en los sitios explorados pueden aparecer especies, imagínate en los inexplorados. El endemismo local de anfibios es muy grande. En Cuba, más del 50% de los anfibios tienen endemismo regional o local. Aquí pasa igual, hay especies que solo las vas a encontrar en un macizo montañoso.
A eso se le suma el hecho de que los anfibios también tienen mala fama. No vas a encontrar estudiantes candidatos para estudiar anfibios y reptiles tan fácilmente como los encuentras para estudiar a las aves o a los mamíferos. Incluso dentro de los reptiles tienes más estudiantes dispuestos para las tortugas marinas y los cocodrilos.
Esas especies que son más carismáticas y que generan mayor interés se convierten en sombrilla, y entonces tienes un lugar donde hay especies carismáticas que sacan la cara por el ecosistema donde hay otros organismos.
¿Y por qué la mala fama?
Es una limitación cultural, es algo que lleva educación y no es inherente a República Dominicana, sino a muchos lugares, en Cuba y otras islas. Hay una tendencia a la fobia que se va transmitiendo de generación en generación. Pero ocurre que los aborígenes no veían a los anfibios como los vemos nosotros ahora. Nuestros aborígenes adoraban a los anfibios, porque en la composición de los aborígenes los anfibios representaban una conexión con las deidades, auguraban fertilidad, auguraban lluvia, y esto significaba beneficios para la cosecha; los niños eran comparados con la forma de las ranas, y hay montones de mitos y leyendas que tienen que ver con los anfibios.
Tenemos nuestros cánones de lo que es agradable y desagradable y los anfibios no entran en nuestros cánones de belleza. Pero todo eso depende… Las personas que están acostumbradas a ver solo ranas plataneras y macos pen pen, las únicas imágenes que tienen de los anfibios son esas.
No les gusta que les salten encima, que si son fríos, que si el veneno te deja ciego...
Hay prejuicios, pero la gente no entiende que la defensa es permitida. La educación debe considerar inculcar en las personas que las especies tienen que tener mecanismos de defensa que no son dirigidos a la gente, sino a los depredadores… Si no tiene dientes, ni un carapacho, ni uñas, ni garras, ¿con qué se va a defender un anfibio? Con una toxina que tiene en la piel.
¿Se valora poco la función ecológica de los anfibios?
La conservación implica una relación, una conexión entre todas las cosas. Sin los invertebrados las ranas no tienen comida, pero si no hubiera ranas los vertebrados se disparan. Y no solo las ranas, sino el ejército que forman las ranas con las lagartijas, los murciélagos y las aves; y con invertebrados que comen otros invertebrados. Es un ejército de depredadores que controlan el primer eslabón energético de los ecosistemas.
Las ciencias básicas y todo esto que estamos hablando parecen cosas más románticas que tangibles o de un beneficio económico inmediato. Pero si se le hace un análisis profundo llegas a la economía, porque nadie quiere las cosas a largo plazo, todo el mundo quiere las cosas para mañana; y la evolución ha tomado millones de años como para que nosotros seamos tan soquetes y tan arrogantes de creer que podemos hacer algo de la noche a la mañana. Todo es cuestión de equilibrio, de energía.
Los anfibios se usan en los experimentos científicos y son fuente primaria de muchos principios activos en medicamentos. Entre los analgésicos más importantes del mundo están las toxinas de algunos anfibios, la primera prueba de detección de embarazo se hizo con ranas…
Una sola especie de rana puede tener miles de individuos. Puede haber viviendo juntas unas 10 especies: unas en lo alto, otras en una piedra, otra en la orilla del arroyo, según la cantidad de microhábitats que haya en un lugar.
Aquí en República Dominicana caminas unos metros para allá y otros más para acá y la comunidad de anfibios puede cambiar. Puede haber una comunidad de anfibios diferente cruzando una carretera, de un lado a otro. Eso te indica que no es una comunidad homogénea y que por eso tienes que dividir las estrategias de conservación por áreas.
Los anfibios son un eslabón importantísimo en el flujo de energía de los ecosistemas. Son controladores inmediatos de poblaciones de invertebrados y también son la presa de muchas especies, pues ellos también sirven de alimento a otras especies; pero las larvas de las que tienen ciclos de vida complejos, que se reproducen en el medio acuático, esa larva tiene una incidencia comprobada en muchas especies sobre las poblaciones de algas que existen en los ecosistemas acuáticos. Son controladores directos de las algas, se alimentan de las algas que crecen en las piedras y por tanto los renacuajos tienen una incidencia importante en los tipos de algas que se pueden reproducir en un lugar. Todo está engranado dentro de una trama y no los puedes extirpar, porque son imprescindibles en esa trama. No es un problema de pasión o de romanticismo.
¿De qué forma los anfibios alertan sobre el cambio climático?
Los anfibios entran dentro del grupo de animales y organismos que tienen determinadas especificidades, sensibilidades, especies estenoicas con rangos muy estrechos de adaptabilidad, menos resilientes comparados con otras. Ahí metes a los moluscos, a las ranas…
Son grupos de animales que dan ciertas alertas mejor que otros. Por ejemplo, el cambio climático está relacionado con las temperaturas, las precipitaciones. Bueno, los anfibios y los moluscos dependen de esos factores.
“Los anfibios son un eslabón importantísimo en el flujo de energía de los ecosistemas. Son controladores inmediatos de poblaciones de invertebrados y también son la presa de muchas especies”.
¿Qué papel juega la educación en la conservación de los anfibios?
El éxito de la educación está en la masividad. Si quien está en el aula es un profesor que sabe de lo que está hablando, tienes ahí a un agente clave en un sector que está alineado con ideas que hay que comunicar.
Los investigadores se dedican más a los estudios en el campo o en el laboratorio. La educación tiene que facilitar ese incentivo de la motivación y un cambio de actitud, porque la actitud implica cosas tan difíciles como que usted logre que una población completa, o un porcentaje de la población, abandone los prejuicios y el miedo y asuma el tema de los anfibios desde otra óptica.
Pero los científicos no pueden quedarse solo para publicar su ciencia. Hoy día hay índices para evaluar el impacto de lo que se publica y cómo conecta a otros niveles hasta llegar a la apropiación social de la ciencia.
Tiene que haber un mecanismo para que el maestro de escuela primaria amplíe su mente a que la modalidad evolutiva de los anfibios no es tener renacuajos y metamorfosis. Es lo que enseñan en las escuelas porque cogen de modelo de estudio una especie y no todas se reproducen así. Y esto ocurre porque la historia natural nació en Europa y en Europa ¡no hay desarrollo directo!, todos los anfibios se reproducen por renacuajos; y ahí empieza la tradición: se importan los textos europeos y no te dejan espacio para que tú aprendas lo que pasa donde te toca. Si de repente ves que lo que hay no es solamente ranas plataneras ni macos pen pen, si empiezas a ver otros colores, ya te cambia la idea. Cuando piensas en una cucaracha la única imagen que te llega a la cabeza es la de una cucaracha maloliente que transmite enfermedades; son los iconos que tienen las personas para identificar las cosas de la naturaleza.
Si llevas la educación a la masividad, que sea para todo el mundo, entonces estás introduciendo una información en su mente. A eso súmale los medios de difusión, un periódico, una revista, un programa de televisión. Tienes que multiplicar esa información para que la gente comience a tener más mensajes, más íconos, más referencias y un cambio de actitud.
¿Amenazas para los anfibios?
El fraccionamiento del hábitat, porque influye en el microclima. Los corredores se desconectan y en anfibios que tienen ciclos de vida complejos, que van a una fuente de agua a reproducirse, muchas veces tienen que migrar largas distancias hasta los sitios donde se congregan para reproducirse. Si se impone una barrera física, como una carretera o un cambio de hábitat, se la estás poniendo difícil a muchas especies que también tienen que migrar; los juveniles se dispersan y esa fragmentación los pone en riesgo. También está la pérdida de humedad y una situación importante es el hongo quítrido; con él empezó el tema de la amenaza mundial de los anfibios. Hoy se sabe que el hongo quítrido ha estado en todas partes hace más de 100 años. ¿Por qué no mataba anfibios? Porque la variante genética del hongo que está matando a los anfibios en los (climas) tropicales, en otros lugares, es una variante asiática…
El valor de las publicaciones como The Conservation and Biogeography of Amphibians in the Caribbean, señala Díaz, es que estos estudios crean líneas base de información que permiten hacer mejores diagnósticos y comparar cuánto ha cambiado la situación de los anfibios y con relación a qué, si las poblaciones permanecen estables o si ha habido mejoras.
“Si hubo descubrimiento y no solo descubrimiento de especies, sino de larvas y distribuciones”, comenta.
“Cuando Blair Hedges dijo que en el Caribe no había problemas con los anfibios, 20 años después tuvo que dar un cambio radical a ese pensamiento y 10 años después hubo que darle otra vuelta porque la situación había empeorado. Claro, Blair llegó a ver especies que ahora están extinguidas”.
Sobre el financiamiento. “Es necesario porque cuando no se ve que hay fuentes de financiamiento para determinadas tareas y determinados esfuerzos, eso se abandona”.
¿Cuántos hay? El segundo GAA Global Amphibian Assessment 2 actualizó el número de anfibios en el mundo a unas 6,260 especies.