¡Gran hallazgo en RD!
Descubren en Monte Plata una cabeza completa de gaviálido
Es la cabeza más completa de un fósil de este reptil encontrado en el Caribe. “Posiblemente se trate de un género nuevo y, por consiguiente, de una especie nueva para la ciencia”, dice Juan Almonte, del Museo Nacional de Historia Natural de República Dominicana
La fauna fósil dominicana agrega a su colección una muestra cuyo hallazgo, antes de darse a conocer al público, ya despierta el interés de la comunidad científica.
Un equipo conformado por paleontólogos y geólogos de República Dominicana, Estados Unidos, Francia, Cuba y Puerto Rico descubrió en enero de este 2023 la cabeza más completa de un fósil de gaviálido encontrado en el Caribe.
El fósil de estos reptiles semiacuáticos de gran tamaño emparentados con los cocodrilos y caimanes fue encontrado en uno de los cortes de la Autopista del Nordeste (Juan Pablo II), próximo a la comunidad de Gonzalo, en el municipio Sabana Grande de Boyá, al norte de la provincia Monte Plata.
“En un extracto que data entre 4 a 7 millones de años encontramos una cabeza completa de gaviálido; no sabemos qué género es, posiblemente se trate de un género nuevo y de una especie nueva también”, explicó Juan Almonte, curador de la colección paleontológica del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN).
Al compartir la primicia con Listín Diario, Almonte informó que las excavaciones se prolongaron durante 10 días en un área denominada paleolago, cuya capa más antigua data de aproximadamente unos siete millones de años (Mioceno superior).
“Es un hallazgo muy importante porque solamente se habían encontrado gaviálidos en Puerto Rico, y solo fragmentos de cráneo y otros restos postcraneales”.
Años de estudio y exploración
Aunque el hallazgo ocurrió en enero de este año, las visitas al lugar comenzaron hace seis años como parte de las excursiones de exploración y excavación que realiza el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) de República Dominicana.
Almonte cuenta que tras iniciar los procesos de colecta, “nos pusimos en contacto con unos colegas y se formó una excursión multidisciplinaria de paleontólogos y geólogos”.
Además de Juan Almonte, el equipo estuvo conformado por Lázaro Viñola, estudiante de doctorado de la Universidad de la Florida que colabora con el MNHN; Jonathan Bloch, del Museo de Historia Natural de Florida; y los investigadores de la universidad de Montpellier Laurent Marivaux (especialista en primates y roedores), Pierre Olivier Antonie (especialista en mamíferos fósiles) y el geólogo Phillippe Munch.
También Jorge Vélez, especialista en cocodrilos y gaviálidos del Museo de Historia Natural de Los Ángeles, California; y América Sánchez, encargada de la sección de invertebrados del MNHN.
¿QUÉ SIGUE?
Los restos del gaviálido están empacados y listos para ser enviados al Museo de Historia Natural de Florida.
Almonte explica que aquí en el MNHN le realizaron los primeros procesos curatoriales y se le quitó casi el 90 por ciento de todo el sedimento. En la Florida se procederá a escanearlo y a completar los estudios para proceder a su descripción.
“Es un hallazgo muy significativo porque posiblemente se trate de un género nuevo para la ciencia”, comenta Almonte.
Por la posición en que fue encontrada la cabeza, los investigadores aseguran que el individuo puede estar completo, por lo que han programado otras jornadas a la zona para continuar y completar las excavaciones.
¿Qué más encontraron?
Hubo muchas sorpresas en ese depósito, indica Almonte.
“Nosotros ya habíamos publicado que aquí había perezosos, pues en esta zona encontramos restos postcraneales de perezosos y dientes de una especie de cocodrilo de la familia de los sebécidos, que eran unos cocodrilos pequeños, corredores y carnívoros”.
Otro hallazgo muy interesante que asegura los llenó de asombro fueron dientes de caimán.
“En el Caribe no hay reportes de caimán; sin embargo, en ese depósito, cerca incluso del gaviálido, encontramos dientes de caimán. El caimán solamente está presente en Suramérica, esto ahora confirma su presencia aquí”.
También encontraron fragmentos de dientes de roedores, restos de peces muy grandes y de aves, así como restos de caparazón y un plastrón completo de una tortuga de la familia Pelomedusidae. Estas tortugas no tenían una cabeza de cuello retráctil, sino que la movían hacia los lados.
El paleolago donde se encontraron los fósiles estuvo inundado en el Mioceno.
“Por el sedimento y la estratigrafía se ve que se inundaba y se secaba; se inundaba y se secaba, porque estaba cerca del mar. Encontramos aguijones espinosos de mantarrayas y espinas de peces grandes; y donde estaba la cabeza del gaviálido encontramos restos de cascarón de huevos de tres especies diferentes de cocodrilos, uno de ellos en un 50 por ciento completo; la gran cantidad de cascarón nos indica la presencia de nidos en la zona”, sigue Almonte.
La zona de excavación pertenece a la formación geológica Yanigua, sobre la que se encuentra la unidad geológica de Los Haitises, con sus características formaciones cársticas.
“El sedimento donde los fósiles fueron encontrados es de color crema. Está constituido por una mezcla de arcillas con arenas de grano muy fino ligeramente consolidados y sin materia orgánica. El sedimento está compactado y posee muy baja porosidad. La muestra es homogénea, dado que no se aprecian cambios en granulometría o composición a través de la misma”, describe.
Todos esos sedimentos datan de diferentes épocas, señala, pero donde se encontró el gaviálido data de unos siete millones de años.
¿De dónde vienen?
Algunas teorías intentan explicar la presencia de gaviálidos en el Caribe insular.
“El primer registro de gavial en el Caribe fue en Puerto Rico, con una edad de 29 millones de años, en el trabajo de descripción se encontró que estos gaviálidos estaban cercanamente emparentados con un grupo de África”.
La única especie de gaviálidos que existe hoy día es la Gavialis gangeticus, en el suroeste asiático, pero su distribución antigua era amplia.
La característica principal de estos reptiles de la familia Gavialidae es su hocico alargado (esto no les permitía atrapar grandes presas) y dientes muy afilados. Se alimentaban de peces y llegaban a medir hasta 8 metros.