VIAJES
Edificio emblemático en Valladolid: Academia de Caballería
Previa reservación en la Oficina de Turismo de Valladolid se puede visitar el edificio.
Desde la Plaza de Zorrilla en Valladolid, contemplo un imponente edificio. Es la Academia de Caballería, ‘la única academia de caballería de España’, según señala el Ayuntamiento de la ciudad. El nombre completo es ‘Acuartelamiento General Shelly’.
El edificio, un estilo ‘ecléctico e historicista, mezcla de arquitectura militar y elementos renacentistas’, es el único de los monumentos que mi memoria conserva de una visita anterior.
El resto se difuminó con el tiempo. Mi hijo Alexis y yo, de haberlo sabido, la hubiéramos podido visitar, previa reservación a través de la Oficina de Turismo de Valladolid (teléfono 34 983 219 310). Aloja un museo con armas, trofeos, esculturas y otros interesantes objetos que ‘pretenden exaltar las glorias de la Caballería española’. (En esta academia cada año ‘se inician más de 100 cadetes en la carrera militar’).
Recorrido
En nuestro deambular por la plaza de Zorrilla, que en un tiempo se conoció como Puerta del Campo (por una puerta que ya no existe, la cual limitaba la ciudad por su lado sur durante los siglos XIII al XVII), nos detenemos ante una estatua en bronce: es la del autor de Don Juan Tenorio, José Zorrilla, quien nació en Valladolid.
En la base de la escultura, inaugurada en septiembre de 1900, una placa dice: Cantos del Trovador, D. Juan Tenorio, Granada. A su lado, una fuente con el agua susurrante refresca el ambiente de un verano abrasador. Por desconocerlo y al ser de día, no percibo que es una fuente cibernética: luz, sonido y juegos de agua. En paralelo a la Academia, con la plaza de por medio, en la calle de la Acera de Recoletos sobresale el Edificio de Mantilla, cuya construcción data de 1892.
En esa fecha se convirtió en el más alto de la ciudad, amén de que en él fue instalado el primer ascensor de Valladolid y una máquina de vapor traída desde Inglaterra para producir electricidad. Mármol, hierro y ladrillo se cuentan entre los diversos materiales de su construcción.
Un tanto fatigada, aprovecho en esta acera un banco frente a una tienda de Zara para sentarme un rato. Ya de camino a la estación, entramos a la cafetería ‘Sesentta’. Tengo sed. ¡Necesito un zumo de naranja natural!
Naturaleza
En ruta a la estación del tren cruzamos por el parque Campo Grande (113,379 metros cuadrados de superficie) donde abunda la naturaleza: una ardilla trepa por una pierna de Alexis, mientras un pajuil de brillantes colores escucha el canto de otro que permanece oculto.