Crónica de viajes
Irlanda: ¡A conocer Dublín bajo un cielo gris!
Los pubs son parte imprescindible de las visitas turísticas en la ciudad
Vivo en Madrid, y en una semana de vacaciones decidí conocer varios países donde tenía amistades y hacia los cuales los vuelos estuvieran baratos. Iría primero a Dublín, donde tengo un amigo finlandés.
Sólo llevaba una mochila, algo más grande que la permitida por Ryanair. Debía llevar ropa suficiente, pues seguiría a otros lugares. Me la juego, pensé. Si revisan el tamaño del equipaje tendré que pagar 20 euros. Como el vuelo estaba retrasado, ni se fijaron. Evitaron demorarlo más.
En Dublín compré un ticket de bus por Dublin Express. Lleva al centro en unos 15 minutos. En la parada esperaba mi amigo Joona. Llovía y fuimos a su casa. Al escampar salimos, entrando a varios Irish pubs. ¡Son gigantescos! Con varios pisos o zonas con diferentes ambientes y música en vivo, ya fuese alguien haciendo ‘covers’ de canciones o tocando música irlandesa. Me encantó el Porter House Temple Bar, pub donde crean su propia cerveza.
Tienen también otras marcas. Al día siguiente volvimos al mismo barrio, Temple Bar, de calles peatonales con pubs, tiendas y cantantes ambulantes. Entramos a The Temple Bar.
Luego visitamos el parque St. Stephen’s Green y seguimos hasta la Catedral de San Patricio, de estilo gótico primitivo. Sentados al frente, con el cielo y el templo grises, parecía la imagen de una película de terror.
Continuamos hasta el bar The Church, antigua iglesia reformada. Conserva el órgano original. Estar ahí es surreal. Al arreciar la lluvia cruzamos a The Living Room, a ver fútbol. ¡Es inmensa! Terminados los partidos y la lluvia fuimos de fiesta por el centro de la ciudad. Al otro día montamos en tren hasta Dun Laoghaire, en las afueras de Dublín.
Vimos food trucks con dumplings, hamburguesas, kebab, comida vegana..., una zona con street art y un mercado de pulgas ¡dentro de un bar! Tomamos el sol en una plaza y retornamos al centro de Dublín a terminar el día en un beer hall, aquí nos entretuvimos con juegos de mesa.
En mi último día en Dublín quise conocer los acantilados en Howth. Descargué la aplicación del lugar y del hike, por si no había buena señal y me perdía, pues subiría por un camino desconocido. Al ser lunes podría haber poca gente.
Paseo
Para ir a Howth llevé una merienda. Caminé con música relajante por un hermoso paisaje. Hacía viento, pero ligero. A ratos sentí miedo. Leí que no es seguro ir si hace mucho viento. Cuando arreció acorté la ruta (había varios caminos según tiempo, distancia y dificultad). Me crucé con muy pocas personas.