Tecnología

ONAMET

Construirán en el país centros meteorológicos de transferencia automática

Las estaciones están formadas por materiales sofisticados de tecnología ultra moderna que permite la transmisión directa de los satélites hasta cualquier parte del mundo

Expertos en huracanes, Lixion Avila, y el ingeniero Martín Steison, ambos de la National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAAJose Alberto Maldonado

La Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) entró en una fase de capacitación para inducir a sus meteorólogos en la creación de estaciones de transferencias automáticas, capaces de enviar informaciones y determinar por sí misma las condiciones climáticas locales.

De acuerdo al experto en huracanes, Lixion Avila, y el ingeniero Martín Steison, ambos de la National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA, (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, en español) de los Estados Unidos, ahora mismo se encuentran en República Dominicana como dirigentes del entrenamiento para ofrecer a la Onamet las herramientas necesarias que avalen el pronto funcionamiento de las estaciones.

“Las estaciones automáticas son muy importantes porque usted no puede hacer un pronóstico si no sabe que está ocurriendo en un lugar determinado, y esas estaciones trabajan las 24 horas al día y no es como cuando hay un observador que tienen que estar ahí”, explicó Ávila.

Estaciones automáticas

Según contaron, las estaciones están formadas por materiales “muy sofisticados”, tecnología ultra moderna que permite la transmisión directa de los satélites, o cualquier sistema de comunicación, hasta cualquier parte del mundo, lo que permite que el meteorólogo encargado de la realización del pronóstico sepa exactamente lo que está ocurriendo en ese momento.

“Están hechas muy sofisticadas, bien medido todo, muy bien contactadas para que envíen las señales a un satélite o un servidor que recoge esos datos y los manda al mundo para que sepa lo que está pasando”, detalló Ávila.

Estos instrumentos, llamados a colocarse en cualquiera de las zonas del país que la Oficina de Meteorología considere como necesarias, sobre todo en provincias como Montecristi y Samaná, las cuales son zonas costeras, recoge el nivel de la temperatura, el viento, la humedad, la presión atmosférica, que hay en cada momento en los diferentes lugares, lo que permite poder prevenir la llegada de un huracán, tormenta, ciclón o cualquier otro fenómeno de lluvia.

“Cuando usted une toda esa información es cuando puede hacer un pronóstico de si va haber huracán. O sea, que es necesario saber lo que hay hoy, para ver qué puede ocurrir dentro de un día, o dos o tres”

Lixion AvilaExperto en huracanes

Asimismo, señalaron que el ahorro en costos que significa la creación del modelo de estaciones de transferencia que proponen al país es exorbitante, por mejores resultados.

“Estamos hablando de que estas estaciones tienen un valor de 500 dólares, y las que ya hay en el país, por ejemplo tengo entendido que hay una en Puerto Plata, cuestan unos 30 mil y no solo eso, sino que cuando se dañan hay que buscar un técnico especializado desde Suecia. Esto es un ahorro”.

La preparación

El proceso a agotar a cargo del ingeniero Steison, va desde la creación desde las propias partes de la maquinaria, hasta la formación de todas como una unidad y el funcionamiento, así como educación en capacidades de respuesta en caso de dañarse el elemento.

“Él vino como ingeniero. Está entrenando a los colegas del servicio meteorológico sobre cómo construir las estaciones automáticas, y yo fui especialista de huracanes por muchos años y ahora estoy como de contrata yendo a todos los países del Caribe a entrenar y hacer talleres de meteorología sobre huracanes”, contó el experimentado en materia de huracanes, Ávila.

Durante dos semanas, unos diez meteorólogos nacionales serán capacitados para entender el funcionamiento de la planta física y práctica de una estación meteorológica automática, lo que les permitirá la presión al decidir dónde ubicarlas, proveyendo al país de las facultades necesarias para prepararse con anticipación ante un futuro impacto de fenómenos lluviosos predecibles.