La obesidad es un problema importante y creciente en todo el mundo, pero especialmente en los EE. UU., donde más del 40 % de los adultos y alrededor del 20 % de los niños ahora cumplen los criterios de lo que los médicos dicen que se ha convertido en una enfermedad crónica intratable.

Las tasas de la enfermedad se han disparado en las últimas décadas, impulsadas por la compleja interacción de los genes que hacen que las personas sean más propensas a almacenar alimentos en forma de grasa, un sistema alimentario que brinda acceso fácil y económico a golosinas procesadas diseñadas explícitamente para ser consumidas en exceso, y entornos sociales que limitar el acceso a opciones saludables y ejercicio para muchas personas.

La obesidad está relacionada con decenas de problemas de salud que pueden provocar discapacidad o incluso la muerte, como presión arterial alta, diabetes, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, cáncer y problemas en las articulaciones.