Religión

ánimo en dos minutos

La lista

La lectura en Daniel 12, 1-3. Habla de “tiempos difíciles”, y asegura que “entonces serán salvados todos aquellos que estén inscritos en el libro”

Luis García Dubus
Santo Domingo, RD

Quiero referirme hoy a una lista de nombres, en un libro. Donde nos buscaremos con gran interés, ya que nuestro futuro dependerá de que nuestro nombre aparezca en esa lista. La lectura en Daniel 12, 1-3. Habla de “tiempos difíciles”, y asegura que “entonces serán salvados todos aquellos que estén inscritos en el libro”.  

Y en el evangelio de San Marcos 13, 24-32: “con gran poder y majestad, enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte”. Comparto con usted la manera de cerciorarse de estar en esa lista, así que pasemos a:

LA PREGUNTA DE HOY

¿Cómo estar seguro de estar inscrito en el Libro de la Vida?

Comprobando si estoy en el segundo nivel de la fe.

En el primer nivel, estamos de alguna manera, pues alguna vez Dios nos ha hablado, por medio de una persona, algún acontecimiento… La prueba es que CREEMOS EN DIOS.

En este nivel, tenemos fe. Aun, no estamos seguros de estar inscritos en el libro.

¿Cuál es el segundo nivel?

Conozco un empresario a quien el mundo le dice: “¡Gana dinero, no importa si explotas a la gente!” Pero él oyó una voz íntima: “Tus empleados son mis hijos; trátamelos bien.” Y ese empresario dijo Sí a la segunda voz. Ese está en la lista.

Conozco una señora a quien el mundo le dijo: “Tú eres rica. Aprovecha tu dinero y date gusto…” Mientras, la voz interior le dijo. “Usa tu dinero, tu influencia, tu capacidad y tu tiempo para ayudar a enfermos pobres. Ellos son mis hijos al igual que tú” Y la señora dijo Sí a la voz interior.

Conozco a un abogado responsable, que no se aprovecha de la ignorancia de quienes acuden a él, igual un ingeniero que cobra lo justo. Y están siendo criticados burlonamente por esto… pero, precisamente, esa es la señal de están en la lista.

Conozco muchos casos más. Que han oído la voz interior y han dicho SÍ.

Su vida lo demuestra. Dice el Catecismo (No. 143) que en este segundo nivel, “por la fe, el hombre somete completamente su inteligencia y su voluntad a Dios”.

Es decir SI a Dios, es “dar un asentimiento” a la Palabra que escucha. Esto se llama creerle a Dios. Y cuando esto ocurre y se decide dejarse conducir.

Esta es la manera de conquistar la única verdadera felicidad ahora, y garantizar su vida desde ahora mismo para siempre.

El evangelio, es una invitación a la confianza.

La seguridad de nuestra vida descansa en que le hemos creído a Él, y estamos en la lista.

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