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ánimo en dos minutos: Creer… y seguir

Jesús está diciendo a sus discípulos que“si no comen su carne y no beben su sangre, no tendrán vida en ellos”.¿Quién entiende esto?

Dice el evangelio, “muchos discípulos se echaron para atrás y no volvieron más a Él”

Luis García Dubus
Santo Domingo, RD

“Por el simple hecho de yo no entender absolutamente nada de esto que está diciendo, ¿es eso razón para alejarme de Él…?” 

Me llamaron la atención estas palabras dichas por un señor muy respetable a quien nunca he oído hablar tonterías. ¿A qué se refería? 

Sus palabras eran un comentario a un concepto: Jesús está diciendo a sus discípulos que “si no comen su carne y no beben su sangre, no tendrán vida en ellos”. ¿Quién entiende esto? 

Muchos dijeron al oírlo:

- Este modo de hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?

Y Jesús no echa para atrás, les dice que hay cosas aún más incomprensibles acerca de Él, y añade:

- “Sólo el espíritu da vida, la carne no sirve para nada”.

Desde entonces, dice el evangelio, “muchos discípulos se echaron para atrás y no volvieron más a Él”.  

¡Peligro! Un líder perdiendo adeptos.

Pero Jesús no se asusta. Se dirige a los doce, y los pone contra la pared. “¿También ustedes se quieren ir?”

Me gusta este líder. No tiene miedo. No depende de la aprobación de los demás.

Él sabe que está diciendo la verdad, que su verdad es Vida, y que sólo recibirá esta Vida quien la acepte, aunque “no entienda absolutamente nada”, como dijo el respetable señor del ejemplo inicial.

Pero él ha visto el efecto de Jesús en su vida, y afirma que, sin Jesús, su vida sería “un disparate”. De modo que, sin más, sigue a Jesús.

Dice Pagola:

“Esta es la opción primera de un cristiano: seguir a Jesús. Esta decisión lo cambia todo. Encontrar, por fin, el eje, la verdad, la razón de vivir, el camino… y terminar pudiendo contagiar esperanza como la contagia Él”   

También San Agustín:

“Tú nos das la vida eterna al darnos tu cuerpo como alimento. Nosotros hemos creído y entendido… Creímos para llegar a comprender, porque si quisiéramos entender primero y creer después, no habríamos conseguido ni entender ni creer.

La pregunta de hoy:

¿Qué es lo que hemos

creído y entendido?

La respuesta la da Pedro: “Señor, y ¿a quién vamos a ir? En tus palabras hay vida eterna y nosotros ya creemos y sabemos que tú eres hijos del Dios viviente”. (Juan 6, 69)

Desde luego, amigo, que, si usted y yo tenemos la dicha de comer este pan de vida, ha sido una gracia que da el Padre.

Como dice Augusto Guerra: “En la Eucaristía está la fuente escondida de energía y de sentido. Sólo hay que creer… y seguir”.

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