senderos
Mirando más allá de las fronteras de la visión
Lo que nuestros sentidos nos ofrecen es una falacia de la realidad. Nuestros ojos tienen una capacidad finita para ver; así miramos con las limitantes de estos que como “hardware” no tienen la capacidad de ver la “realidad” en su totalidad y ante esa porción creemos que es todo lo que existe.
Cuando vemos en demasía nos cegamos del exceso mismo, vemos literalmente lo que “podemos” y “entendemos”.
La parcialidad nos va a acompañar por todo el camino de la vida y debemos de empezar a aprender a ver las cosas desde la profundidad de la sustancia: ¿qué nos quiere enseñar todo el evento?, ¿qué debemos de asumir?, ¿cómo podemos abrirnos al conocimiento que se nos quiere manifestar?
Todo lo que te permite sentir, pensar y desarrollarte es lo que debes potenciar. Es buscar la sustancia de ti mismo, esa parte compasiva, amorosa, proactiva y generosa y desarrollar lo que en realidad eres. Como dice ese verso escrito hace 2500 años: “…El sabio provee para satisfacer las necesidades, no los sentidos; abandona la sensación y se concentra en la sustancia” y para lograrlo debemos de vaciarnos de los excesos y las distracciones.
Entender que somos seres llamados a trascender, a redimirnos y a evolucionar desde el momento en que entendemos estos versos tan sencillos, pero tan profundos.