senderos
Rescatar valores para una vida en servicio
Jesús se retiró al desierto, para con ayuno, prepararse a penetrar en el mundo. Fortalecido, enfrentar las pasiones, tentaciones y provocaciones propias de la naturaleza cambiante del mundo.
Jesús pudo venir con todas sus prerrogativas de lo divino, sin embargo, prefirió hacerlo como hombre, para poder entendernos, y dar el ejemplo de cómo vencer lo propio de la naturaleza del mundo.
Ante todo lo que nos acontece hoy día. Las fuertes crisis, amenazas de guerras, virus y la pandemia de la indiferencia a los valores vitales y fundamentales, ¿qué estamos haciendo?
¿Cómo nos estamos preparando? Es importante no dejarnos arrastrar por la cotidianidad ni el afán a lo superfluo. Es hora ya de enrumbarnos a cambiar los modelos de sentimientos y conductas que nos hacen pasibles al sufrimiento.
Hoy es necesario rescatar los valores, hacer una práctica el servicio de los unos a los otros. Pero por, sobre todo, orar.
Ya lo dijo Jesús: “Orad sin cesar para no caer en la tentación”. Porque donde está la mente, está el corazón. Es hora ya de fortalecernos con el amor y la verdadera convivencia, fraternal y hermanada al servicio que nos lleve con respeto a la vida, y a la paz.
Es hora de hacer ayuno de silencios, que muestren tolerancia a la vida y sentir ajeno.