¿Quién educa al pueblo?
“Estén siempre en vela”
Porque no saben ni el día ni la hora en que vendrá el Hijo del hombre y no sea que los encuentre dormidos, como les paso a las vírgenes de las lámparas.
Ya viene El Señor, ya está a la puerta y nos llama... ¿Cómo nos encontrará? ¿Hemos pasado balance de nuestra vida en este año que ya termina? ¿Qué hemos hecho por mí y por los demás?
Tiempo de Adviento: “Una oportunidad que se nos regala para prepararnos internamente, de modo que podamos celebrar de manera fructífera la Navidad que se acerca. Es un tiempo de espera, de reflexión y de descubrir en las promesas de Dios, el sentido de la historia” (tomado de Rayo de Luz).
En la primera lectura de hoy, el profeta Daniel se sentía agitado por dentro y le turbaban las visiones de su fantasía. Esas visiones no las entendía y preguntaba qué eran esas fieras furiosas que parecían que devorarían la tierra y todo cuanto hay en ella. Y dice algo interesante que me llama mucho la atención: “El poder real y el dominio sobre todos los reinos bajo el cielo serán entregados al Pueblo de los Santos del Altísimo. Será un reino eterno, al que temerán y se someterán todos los soberanos”.
Es increíble que 500 años antes, esta profecía revelada por los profetas haya sido cumplida. Y es por eso que, como nos ha dicho el Señor, debemos de estar atentos. Ya la salvación está a la puerta y no lo debemos perder de vista. Hay dolor, pero con la esperanza de que todo terminará el día que el Señor nos visite.